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Lunes, 6 de abril de 2015

FúTBOL › SAN LORENZO FUE DEMASIADO CAUTELOSO Y PUDO HABERLO EMPATADO SOBRE EL FINAL

Triunfo de River pero sin que le sobrara nada

Con un equipo alternativo, pensando más en la Copa que en el torneo, el equipo de Núñez le arrancó un triunfo a un partido de escaso relieve gracias al gol de Sánchez. Cuando los santos se decidieron, estuvieron cerca de la igualdad.

 Por Daniel Guiñazú

Acaso sea el gol del uruguayo Carlos Sánchez, al comienzo del segundo tiempo, la metáfora que mejor explique la victoria por 1-0 del equipo alternativo de River sobre los titulares de San Lorenzo. En esa jugada, el equipo de Marcelo Gallardo se atrevió a hacer lo que el de Edgardo Bauza no había hecho hasta allí: soltar en ataque sus volantes vacíos. Sebastián Driussi le metió un pase largo a Ariel Rojas y el centro de primera del mendocino desde la izquierda fue mandado al gol por Sánchez, cuyo remate de derecha pasó por debajo del cuerpo de Sebastián Torrico, el arquero sanlorencista.

Sin embargo, el triunfo no estuvo asegurado casi hasta el último pitazo del árbitro Darío Herrera. Y fue más por las desconfianzas y las inseguridades que últimamente vienen envolviendo a River que por el fútbol que, demasiado tarde, San Lorenzo se atrevió a volcar sobre el campo de juego del estadio Monumental. En los diez minutos finales, River primero dividió y luego, directamente, perdió el control de la pelota. Y para protegerse, se acurrucó contra el arco de Marcelo Barovero. Con tanta angustia que a punto estuvo de volver a pasarle lo que le pasó en la aciaga noche copera contra Juan Aurich de Perú: en la última jugada de la tarde, Barovero mandó al corner un remate de Villalba que bien pudo haber determinado el injusto empate de San Lorenzo y echado todo a perder.

River no jugó bien y ganó sin ningún excedente, más allá de haber recurrido al lado B de su plantel (el lado A disputará un partido clave por la clasificación a los octavos de final de la Copa el miércoles en México ante los Tigres de Monterrey). Pero si al ganador no le sobró nada, el perdedor resultó una decepción en continuado. San Lorenzo hizo un primer tiempo paupérrimo, dedicado únicamente a aguantar el 0-0 sin tapujos, con todos sus hombres parados por detrás de la línea de la pelota y sin soltar a casi nadie del medio en adelante. Y cuando, en desventaja, Bauza decidió liberarse de sus exageradas precauciones, hacer tres cambios de neto corte ofensivo y atacar con dos delanteros (Cauteruccio y Matos), y con Romagnoli libre por todo el frente, el equipo no llegó nunca, salvo en esos cinco últimos minutos en los que a River el temor ya lo había tomado del cuello.

Un rato de pases quirúrgicos y gambetas atrevidas de Romagnoli no alcanzó para lavarle la cara a un equipo que perdió, casi de idéntica manera, su tercer partido consecutivo ante River (siempre con goles del oriental Sánchez). San Lorenzo resignó la punta que tenía cuando llegó al Monumental y por este camino de avaricia no es mucho lo que puede esperar. Cayó ante un River alternativo sin que haya hecho bien las cosas casi nunca y sin que pueda cuestionarse su derrota. No hay peor comentario que éste para describir lo que fue su actuación.


Estadio: River.

Arbitro: Darío Herrera.

Gol: 48m Sánchez (R).

Cambios: 55m Martínez (5) por Boyé (R) y Cauteruccio (4) por Blanco (SL), 64m Villalba por Quignon (SL), 65m Mayada por Driussi (R) y 71m Mora por Cavenaghi(R) y Romagnoli por Mussis (SL).

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Sánchez convierte el único tanto del partido tras un centro bajo de Rojas.
Imagen: Alejandro Leiva
 
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