Los deseos de ambos planteles respecto de que en los clásicos no interesa el buen juego, sino el resultado final, hicieron eco en la tarde de ayer. Boca y River dejaron atrás la calidad y sólo intentaron quedarse con la victoria de cualquier manera, pero sin fútbol. Y el desenlace terminó castigando a los dos, por la escasa audacia que exhibieron en un duelo tan especial. Con esas posturas, ninguno merecía festejar y la realidad se refleja en la ubicación que tienen en sus grupos, muy lejos de los líderes y con chances serias de no poder clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores, de manera directa.

El encuentro tuvo un atenuante de importancia, que fue la expulsión de Pablo Pérez, cuando se jugaban 12 minutos nada más. La falta de inteligencia del volante volvió a perjudicarlo. El árbitro ya había cobrado falta sobre Orion, y él le aplicó un golpe con el pie a Alvarez Balanta con el partido detenido. Otra reacción que lo deja mal parado ante sus compañeros y sus propios hinchas.

Lo que ocurrió después fue más digno para Boca. El local se acomodó con un hombre menos y logró que no se notara la diferencia que tenía su rival. Con el agrupamiento en la mitad de la cancha, Boca no le permitió a River encontrar los caminos para desnivelar, a pesar de esa supremacía. Lodeiro se retrasó unos metros para ocupar el espacio de Pérez, y cumplió un gran desgaste recuperando la pelota y también acompañando a los delanteros.

Boca tuvo una gran chance cuando estaba completo, luego de que Pavón (uno de los mejores) desbordara por la derecha, tirara la pelota al medio del área, y el propio Pérez no llegara para empujarla. River apenas consiguió inquietar con una acción detenida: D’Alessandro ejecutó el tiro libre, y Orion se esforzó mucho para sacar la pelota con una mano.

El otro inconveniente que tuvo Boca fue la lesión de Gago, que dejó la cancha a los 44 minutos. Nuevamente frente a River, como el año pasado, volvió a lesionarse, y el diagnóstico sería el mismo (rotura del tendón, ver aparte). El ingreso de Meli hizo que Jara pasara a desempeñarse como volante central, y terminó cumpliendo en esa función.

River se habrá ido más preocupado de la cancha, y sobre todo apuntando a la serie de Copa Libertadores. El visitante no sólo no evidenció que jugó con uno más, sino que además las modificaciones que realizó su entrenador tampoco le otorgaron protagonismo. Si bien tuvieron mayor posesión de la pelota, lógicamente, les faltó convecimiento para ir en busca del triunfo.

El único jugador que parecía decidido a alcanzarlo fue D’Alessandro, quien encabezó todas las jugadas de riesgo hacia el área de Orion. Con sólo eso, le alcanzó para convertirse en el más destacado.

El otro punto sorpresivo fueron las decisiones de Gallardo. El conductor no cambió la estrategia del juego con los cambios, teniendo la oportunidad concreta de que su equipo se quedara con los tres puntos. El resolvió cambiar a los delanteros por otros dos delanteros, y luego un defensor por otro. Con esa postura, el temor a quedarse sin nada le terminó ganando a todo el resto.

Los dos se retiraron conformes, a pesar de que River tuvo mucho para ir en busca de algo más, y decidió descartarlo de entrada. Las miras de ambos apuntan al torneo continental, pero lo que mostraron ayer le quita méritos para consagrarse en un certamen tan difícil.

Estadio: Boca.

Arbitro: Darío Herrera.

Cambios: 44m Meli (5) por Gago (B), 59m Alonso (5) por Alario (R), 66m Driussi por Mora (R), 72m Mammana por Casco (R), 85m Chávez por Pavón (B).

Incidencias: 12m expulsado Pérez (B).

Tevez encara ante la marca de Maidana. El delantero de Boca no pudo desnivelar en la tarde de ayer como otras veces.