Avellaneda vivió la fiesta del clásico, pero Racing e Independiente protagonizaron un partido sin vuelo futbolístico y no pudieron sacarse ventajas en el marcador. El 0-0 complica las aspiraciones del Rojo de pelear el campeonato de Primera División, algo con lo cual la Academia dejó de soñar hace un par de fechas.

En la previa el partido era más determinante para el visitante que para el local, por su posición expectante en la Zona 1, y porque el conjunto de Sava venía de un esfuerzo extra, el que debió hacer en la altura de La Paz, ante Bolívar, para lograr el pase a los octavos de final de la Copa Libertadores, y porque por delante tiene el desafío de jugar el miércoles frente a Atlético Mineiro, con el objetivo de lograr un buen resultado y viajar a Brasil con las posibilidades abiertas de avanzar a cuartos en el máximo torneo continental.

Esas expectativas previas terminaron cuando empezó a correr la pelota y estuvieron frente a frente los once titulares-titulares del Rojo y una Academia con formación ciento por ciento alternativa.

Parados con sendos 4-4-2, el comienzo mostró a un Racing muy vertical, buscando a Martínez y Milito con pelotazos, mientras que el conjunto de Pellegrino intentaba iniciar sus acciones ofensivas desde la tenencia, asociando a sus laterales con los hombres del mediocampo.

La primera acción de peligro fue para la Academia, sobre los siete minutos, con De Paul definiendo ancho. Al minuto siguiente lo tuvo el Rojo, en los pies de Ortiz, que entró por izquierda sin que nadie le cerrara el camino y llegó hasta Saja, pero definió apenas desviado.

El correr de los minutos mostró a los once de Pellegrino más adelantados en el campo y a Racing replegado. Fruto de ese andar, sobre los 16, Independiente tuvo otra chance clara, en los pies de Fernández quien, luego de superar una salida en falso de Saja, ensayó una chilena que se fue por arriba del travesaño.

El local se repetía en el pelotazo. En eso andaba Racing cuando la cancha estalló en el aliento a Milito, emblema del local que se llevó la ovación a los 22 minutos, el número que lleva en su espalda.

El trámite se hacía anodino, pero sobre los 26 se sacudió con una buena combinación entre Noir y Martínez. Este escapó a su marcador y envió el centro, que pegó en la mano de un defensor visitante. El estadio pidió penal, pero Beligoy acertó al no sancionar una mano casual. Esa combinación le aportó confianza a Racing. A partir del trabajo de Vismara –jugando su mejores minutos en el local–, Racing se hizo sólido en defensa, peleó mano a mano en el mediocampo y mejoró en ataque. Mientras, lo del Rojo en esa primera etapa terminó desdibujándose.

En el complemento, Pellegrino rompió el 4-4-2 mandando a Vera a la cancha, en pos de un triunfo impostergable. Sin embargo, el que casi se pone en ventaja fue Racing, con un buen remate de Aued. También de larga distancia probó Milito al minuto siguiente. Contestó el Rojo sobre los cinco con un buen centro de Toledo que ni Rigoni ni Vera pudieran cabecear.

El partido ganó en intensidad, con los dos aportando mucho fervor, aunque la cuota de mejor fútbol era del visitante. Nada que deslumbrara, pero lo mostraba más cerca de convertir. A los 21 Cabral cabeceó corto y dejó a Fernández frente a Saja, pero el uno fue más rápido y salvó a su equipo.

Racing respondió a los 24 con un buen contragolpe manejado por Romero, que alargó para Martínez. El centro del colombiano buscó a Pereyra, que fue trabado cuando iba a rematar.

En los quince finales estuvo más cerca Racing, empujado por su público. Pudo ser con un tiro libre de Romero, también con un remate del ingresado López. Pero no hubo caso, Campaña, al igual que Saja, cerraron sus arcos a las escasas ambiciones de ambos equipos.

Estadio: Racing.

Arbitro: Federico Beligoy.

Cambios: 46m Vera (5) por C. Rodríguez (I); 60m F. Pereyra (4) por De Paul (R); 69m Romero por Milito (R); 72m Benítez por Rigoni (I); 79m Denis por Méndez (I); 82m López por Noir (R).

Rodríguez, todo potencia al buscar la pelota. Sobró fiereza, faltó fútbol.