Como había sucedido en las clasificaciones de viernes y sábado, Mariano Altuna (Chevrolet) dominó a voluntad la final del Turismo Carretera, undécima de la temporada, en el autódromo de Río Cuarto. Es la segunda vez que Altuna gana en TC pero la primera que lo hace en pista: la primera victoria fue en 2005, en La Plata, después de que desclasificaran a Juan María Traverso.

Para completar el 1-2 perfecto del equipo HAZ, Christian Ledesma (Chevrolet) arribó en el segundo puesto y consiguió estirar aún más las diferencias en el campeonato. El tercer peldaño del podio fue para el piloto de Lanús, Emiliano Spataro (Chevrolet), quien consiguió su segundo podio en lo que va de la temporada con un auto en franco ascenso. El cuarto lugar quedó en poder de Guillermo Ortelli (Chevrolet) y quinto finalizó el campeón del TC2000 y último ganador en el TC, Matías Rossi (Chevrolet), completando el quinteto dominante de la marca. El mejor piloto no Chevrolet fue Diego Aventín (Ford), que se clasificó en el sexto lugar.

Se veía venir el abrumador dominio del HAZ: Altuna y Ledesma ganaron sus series, partieron adelante y eso fue decisivo. El piloto de Lobería tomó la punta y tuvo a sus espaldas al mejor escudero –Ledesma ya había anticipado que iba a ayudar a su compañero– y cumplió a la perfección el plan.

Pese a las dos neutralizaciones que sufrió la prueba, los dos punteros ni se inmutaron. Pacientemente volvieron a establecer las diferencias en pista porque realmente tenían el resto necesario. Por eso la carrera se hizo aburrida, sin mayores emociones en la lucha por el liderazgo y con una definición cantada.

Del tercero para atrás sucedió algo diferente porque Spataro tuvo que aguantar a Ortelli, aunque los dos manejaban autos muy parejos. Un poco más atrás, Rossi intentó en un par de ocasiones superar la línea del volante de Salto, pero tampoco le alcanzó.

En franco avance desde la retaguardia apareció el “Pato” Silva con un auto muy confiable, que había partido desde la sexta fila y llegó a ocupar el sexto lugar, que finalmente quedó en poder de Aventín. El único Ford que parecía en condiciones de darles pelea a los Che-vrolet, el de Omar Martínez, sólo duró dos vueltas, y se paró por problemas en el motor.

Como están dadas las cosas, Ledesma le lleva 69 puntos de ventaja a Aventín en la lucha por el campeonato, cuando quedan 156 puntos en juego. Pero lo más concreto es que en el horizonte cercano no aparece nadie con intenciones de amargarle la fiesta al marplatense.