Está claro que Juan Ignacio Chela y Juan Mónaco están atravesando el mejor momento de su trayectoria. Y ayer, una vez más lo demostraron para clasificarse para los octavos de final del US Open. En cambio, David Nalbandian no termina de despegar en su juego y otra vez quedó eliminado muy temprano en un Grand Slam. Al cierre de esta edición, Juan Martín del Potro buscaba su pasaje a los octavos de final frente al serbio Novak Djokovic, número tres del mundo.

Chela tenía un partido muy complicado, por la jerarquía del adversario y por los antecedentes entre ambos. Es que el croata Ivan Ljubicic, duodécimo en el ranking mundial, le había ganado los seis partidos en los que se habían enfrentado. Sin embargo, el argentino, que había admitido que jugar ante Ljubicic le generaba muchos inconvenientes, se sobrepuso a los problemas y se impuso 6-4, 6-7 (5-7), 2-6, 6-3, 6-3 para avanzar a los octavos de final, instancia a la que no accedía desde 2002 y con que lo que igualó su mejor participación en el certamen.

De arranque, Chela mostró un juego muy profundo, que lo llevó a dominar al croata. Tras un rápido quiebre, el argentino consiguió quedarse con el primer parcial. Y sólo el excelente servicio del europeo impidió que se llevara el segundo, que quedó en manos de Ljubicic en el tie break. Allí parecía que las posibilidades de Chela se desvanecían, cuando perdió muy rápido el tercer set. Sin embargo, el argentino recuperó su rendimiento para igualar de nuevo el partido. Con ese ritmo arrollador arrancó el último set, hasta tener una ventaja de 5-0. En ese momento, Ljubicic se jugó el resto, recuperó un quiebre y se colocó 3-5, pero Chela mantuvo la tranquilidad para cerrar el partido y lograr la clasificación. Ahora, para meterse en los cuartos, deberá vencer a Stanislas Wawrinka.

Por su parte, Mónaco ya está cumpliendo su mejor labor en el abierto estadounidense. Ayer se aprovechó de un agotado Agustín Calleri para derrotarlo 7-6, 6-2, 6-4. El partido fue parejo mientras el cordobés tuvo físico. Luego, en la medida en que necesitó atención médica por sus molestias, Mónaco encontró la llave para dominar el partido y llevarse una cómoda victoria. “Estoy muy contento. Llegué a la segunda semana que era una meta que tenía antes del comienzo del torneo. No estoy todavía al ciento por ciento, así que ojalá lo logre en el próximo partido. Aspiro a más en este torneo”, indicó el tandilense, que en la próxima instancia se medirá con el vencedor del encuentro que anoche disputaban Juan Martín del Potro y el serbio Novak Djokovic.

Para Calleri, el certamen dejó un sabor agridulce por la eliminación de ayer por problemas físicos, que contrasta con la excelente victoria que logró el viernes ante el australiano Lleyton Hewitt. “Voy a seguir jugando hasta que no tenga ganas de entrenar. Competir lo hice siempre y lo voy a seguir haciendo. Es decir, me voy a ir cuando el tenis me eche”, indicó el cordobés, que tuvo problemas abdominales en el encuentro ante Mónaco. “Hubiera querido haber podido jugar en condiciones pero no pude hacer nada. Me voy a hacer pruebas aunque yo creo que, por el dolor, es un desgarro”, se lamentó Calleri.

La otra derrota llegó por parte de Nalbandian, que levantó respecto a sus últimas actuaciones, pero se quedó fuera del torneo muy pronto al caer 6–3, 3-6, 4-6, 7-6 (7-5), 7-5 ante el español David Ferrer, decimoquinto en el ranking. El cordobés no arrancó fino y tuvo problemas con su servicio, pero se las ingenió para mantenerse en partido. Y cuando encontró su revés, se quedó con los dos siguientes sets y tomó un quiebre de ventaja en el cuarto. Allí, en el octavo game se produjo el gran cambio del partido, cuando Nalbandian dispuso varias ventajas para colocarse 5-3, pero no las supo aprovechar. Ferrer recuperó el quiebre, forzó el tie break e igualó el partido. En el último set, Nalbandian dispuso de un match-point, pero lo dilapidó al jugarlo mal. Entonces, cuando el español dispuso de su oportunidad, no la dejó escapar y se quedó con el pase a los octavos, donde se enfrentará con su compatriota Rafael Nadal.

“Me equivoqué en la jugada del punto de partido. Hice un movimiento malo y se me escapó”, admitió Nalbandian, que dejó pasar una buena oportunidad, ya que el año pasado había quedado eliminado en segunda ronda. “Uno no juega solo. Mi rival es un jugador de primer nivel. Nunca se dio por perdido y peleó cada punto. Nada pude hacer ante un adversario que fue complicado y que siempre estuvo en el partido”, señaló el cordobés, que igualmente todavía no pierde la ilusión de regresar al top ten. “Para lo que queda va a ser difícil volver a entrar ya entre los diez primeros. Tenía que haber hecho un buen papel aquí. No obstante queda tiempo para obtener una buena posición”, comentó el cordobés.