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Lunes, 21 de diciembre de 2009

CONTRATAPA

Retrato de una frustración

Los lectores de Líbero conocen muy bien a Sebastián Fest. Sus coloridas crónicas y sus agudos reportajes engalanan estas páginas desde hace varios años, casi tantos como los que la Argentina alimenta, sin poder satisfacerlo, el sueño de ganar la Copa Davis. Un sueño que, en Mar del Plata, la temporada pasada, se transformó en una pesadilla. Fest, uno de los mejores especialistas en la materia, ha decidido contar los verdaderos motivos de esa frustración en Enredados (la Copa Davis, esa eterna búsqueda argentina), un libro revelador y punzante, que Ediciones Al Arco presentará esta tarde en la bodega del Café Tortoni, desde las 18. Enredados puede adquirirse en la cadena de librerías Yenny-El Ateneo.

Algunas de las ventajas de jugar en casa pasan por el hecho de que se puede llegar antes, de que la comida es la propia, de que la familia y los amigos están cerca, de que el público es el propio...

Es difícil establecer qué sucedió, pero el equipo argentino dio toda la impresión de tomarse con cierta relajación los últimos preparativos para la final, en especial a partir de la ausencia de Nadal.

Mientras los españoles llegaban de un largo viaje, los argentinos abandonaron Mar del Plata en el fin de semana previo a la final para asistir a la boda de Juan Chela, protagonista de la final en Moscú y ausente esta vez.

Nalbandian niega que aquello influyera negativamente en la puesta a punto y deja en claro que, dijera lo que dijera Mancini, él se hubiese ido a Buenos Aires de todos modos.

“Sólo el domingo estuvimos fuera de Mar del Plata, un día que de todas maneras lo hubiésemos tenido libre. Yo me hubiese ido a Buenos Aires igual, a despejar. Sábado a la tarde y domingo lo íbamos a tener libre de todas maneras. Fuimos y volvimos en un avión privado.”

Pero para Emilio Sánchez, el capitán español, llegar a Mar del Plata y encontrarse con que el equipo argentino no estaba fue toda una sorpresa.

“Ellos llevaban suficientes días y querían un mini-break, para sus estándares la preparación estaba bien, pero a mí me chocó mucho, porque yo soy de una escuela muy disciplinada y de muchas horas y de preparar muy bien.”

“Mis propios jugadores en ocasiones me decían que no estaban acostumbrados a entrenar tanto. Ha habido algún jugador que ha llegado a la Davis más o menos y en una semana se ha puesto en forma. Al ritmo que yo les imponía de horas, continuidad y calidad muchos no están acostumbrados por el tipo de entrenamiento que se hace hoy en día en el circuito.”

–Yendo al grano, ¿se sintió España subestimada al ver que Argentina se había tomado el fin de semana libre?

–Y... Hay valores hacia el equipo contrario de respeto y de preparar la eliminatoria... Cuando ves que no están, dices: “¡Ostras, no la están preparando bien!”.

(El vice de la AAT, Arturo) Grimaldi cree que el viaje a la boda no influyó en el resultado, aunque admite que no dejó buena imagen.

“Esa es una decisión de ellos y del capitán. No lo hubiera hecho, a lo mejor, visto el resultado. Es que... visto el resultado, ¡tantas cosas hubiéramos hecho distintas! Hubiese jugado en Parque Roca en polvo, o en Parque Roca en cemento... No me hubiera ido a indoor. Pero todas estas cosas salen a la luz porque se perdió. Los españoles fueron mejores en la cancha. Las otras razones hay que analizarlas para no repetirlas.”

Si de analizar se trata, hay una voz que vale la pena escuchar y es la de Alex Corretja, el ex número dos del mundo, campeón del Masters y dos veces finalista de Roland Garros. Corretja estuvo en Mar del Plata comentando el partido para Televisión Española (TVE) y sus recuerdos, un año más tarde, apuntan a una Argentina excedida de confianza.

“Mar del Plata fue una auténtica cura de humildad”, resume. “Tengo dos caras de esta final. Una es Feliciano López el miércoles por la noche cuando llego a Mar del Plata. Me recibe en su habitación y me encuentro a un Feliciano López crecido, líder, convencido de sus posibilidades. Y yo mismo pienso: ‘¡Hostia, qué raro es ver a un Feli tan convencido, cuando normalmente parece que creemos más nosotros en sus posibilidades que él mismo!’”

“La otra cara, pocas horas después, es la del equipo argentino en la mañana del sorteo. Es otra onda, otro rollo. ‘¡Che, cómo andás! Esto es nuestro, no hace falta que juguemos prácticamente...’ Me choca, me impacta, me sorprende. Si hubiera tenido que apostar dinero, lo apostaba por Argentina. Mejor de lo que lo tenían en ese momento difícilmente volverían a tenerlo. Era una oportunidad que no podían dejar escapar, no debían.”

Paradójicamente, la ausencia del número uno del mundo benefició a España, sostiene Corretja.

“Creo que la ausencia de Rafa perjudicó deportivamente a los argentinos.

Los vi sobrados. Feli me había sorprendido un poco, porque normalmente nos da alegrías, pero no tantas como esperarías. Y los argentinos, demasiado sobrados. Veía crecer las posibilidades de España, pero luego pensaba: ‘No, es muy difícil, debo estar equivocado’.”

“David Ferrer venía bastante tocado, Marcel Granollers prácticamente cumplía un trámite. Pensé que era yo el agrandado al creer que teníamos más posibilidades sólo por dos gestos o actitudes que había captado.”

“El hecho de que Rafa no jugara le benefició muchísimo a España, no sólo porque el equipo se conjuntó más. Emilio, que en las eliminatorias anteriores había sido una sombra de Rafa, coge las riendas del equipo. Feliciano confía en sus posibilidades, cosa que no había conseguido nunca antes.”

Y entonces Corretja entra en el meollo de su teoría: que Del Potro se convirtiera semanas antes en el número uno argentino y Nadal no llegara a Mar del Plata fue una mala combinación para el equipo local.

“De haber estado Rafa hubiera jugado el primer día y yo no sé si hubiese sido capaz de vencer a Nalbandian en el nivel en que estaba. El segundo punto lo hubiera jugado probablemente David Ferrer ante Del Potro. No creo que Emilio hubiera apostado por Feliciano por encima de David en un partido tan importante el primer día, por más que Feliciano sea especialista en esas pistas. Así que la ausencia de Rafa nos benefició en cuanto al orden de los partidos.”

En eso coincide con Nalbandian, que admite que pudo haber habido cierto exceso de confianza al confirmarse la ausencia de Nadal.

“Y, puede ser... Obviamente que cuando sabés que el número uno no viene, te ponés más contento que triste. Está más que claro.”

“Puede ser, porque igual los singles hubiesen sido distintos. Yo hubiese jugado con Rafa el primer día y David Ferrer con Juan Martín. Feliciano no hubiese jugado. Pero, ¿ahí quién te asegura que ganábamos? Es imposible. Pero puede ser que en general se haya relajado un poco. Es normal, no viene el mejor del mundo, es normal.”

Ese Nalbandian confiado trituró sin piedad a Ferrer, y entonces Corretja volvió a cambiar de idea.

“Veo el primer día a Nalbandian pegándole una paliza a Ferrer y me digo: ‘Me he equivocado, va a ganar Argentina’. Pero cuando Feliciano logra el 7-6 ante Del Potro se desarmó todo, es como si Argentina no hubiera estado preparada para afrontar ningún problema en esa final. Se les movió un cimientito y se les cayó todo. El público se quedó callado, a Del Potro le vino la fatiga de un año durísimo para él y del viaje a Shanghai, Feliciano se creció, Emilio se creció, el banquillo español se creció y se dio vuelta la tortilla. En el dobles Feliciano lo levanta y lo levanta a Verdasco y ganan.”

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