Omar Narváez, titular mosca y supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), fracasó en su intento de conseguir el título gallo de la OMB y CMB, al perder claramente por puntos frente al campeón, el filipino Nonito Donaire, en un combate apenas discreto y que le fue desfavorable a partir de la segunda vuelta.

La prueba está en que los tres jueces de la pelea desarrollada en el teatro WaMu del Madison Square Garden de Nueva York, los estadounidenses Julie Lederman, Thomas Schreck y Steven Weisfield, vieron ganar al campeón por idéntico marcador: 120 a 108. Con esta derrota, la primera como profesional, Narváez no pudo convertirse en el primer boxeador argentino en ganar títulos en tres divisiones diferentes. Los guarismos, aunque exagerados, reflejan los méritos hechos por uno y otro púgil por lograr el triunfo. La tarjeta de la agencia Télam también tenía como ganador a Donaire, pero por 119 a 113.

El chubutense, que lució irresoluto y casi no conectó golpes, dejó escapar una buena posibilidad de expandir su camino por estas tierras, en lo que fue su primera presentación en Estados Unidos. Es que el “Huracán de Trelew” aportó poco por el espectáculo, al punto que sus mejores rounds fueron los dos primeros, en los que pegó y salió con mucha rapidez, y eso a los promotores estadounidenses no les gusta.

Pero a partir de la tercera vuelta todo fue del filipino, quien se acomodó mejor, encontró la distancia y con dos derechas y una izquierda a la cabeza conmovió al argentino. A partir de ese momento bajó sensiblemente el rendimiento de Narváez, quien desde el comienzo adoptó una postura contragolpeadora, pero le costó una enormidad llegar sobre la humanidad de Donaire, más alto y con mayor alcance de brazos.

La pelea por momentos se tornó monótona y aburrida, debido a que el campeón gallo tiró mucho, pero no acertó en la misma proporción, mientras que el argentino nunca encontró la distancia para colocar sus golpes. Así fueron transcurriendo los rounds, con un boxeador que buscó siempre (Donaire) y otro (Narváez) que no pudo hacer lo que planificó durante su preparación para este combate. Los casi 4500 espectadores que colmaron el teatro del Madison Square Garden fueron el “termómetro” de lo discreta que resultó la pelea, al punto que en la última vuelta comenzaron a abuchear a los púgiles al grito de “esto es una m...”.

Defensivamente lo de Narváez fue irreprochable, ya que Nonito, salvo en el tercer capítulo, nunca lo comprometió seriamente; pero en ofensiva hizo poco, casi nada, y así es muy difícil ganar y más en Estados Unidos frente al campeón radicado en ese país. Pese a perder, el chubutense cumplió un digno papel. De antemano se sabía que el combate no iba a ser fácil, sobre todo porque había dado ventaja de categoría y enfrentaba a un rival duro, más joven y con un record elogiable (27 victorias, 18 de ellas por nocaut, y una derrota). Además acumula un invicto que ya lleva diez años. Poco después del combate, el todavía campeón supermosca OMB y pupilo de Osvaldo Rivero anticipó que volverá a pelear en esa categoría, que es la suya y en la que se siente mejor.

En el semifondo, el invicto estadounidense Miguel Angel García (27-0-0, 23 KO) retuvo el título pluma NABF, al noquear técnicamente en cuatro rounds al mexicano Juan Carlos Martínez (19-3-1, 7 KO). En las otras peleas preliminares, el estadounidense Cletus Seldin le ganó por nocaut técnico en el segundo round a su compatriota José Segura, por la categoría welter. Más tarde, el welter canadiense Mikael Zewski noqueó en un round al estadounidense Keuntray Henson, mientras que el norteamericano Sean Moa-ghan superó por nocaut técnico en cinco vueltas a su compatriota Anthony Pietantonio.