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Lunes, 2 de mayo de 2016

CONTRATAPA › EL EMPRESARIO ARGENTINO-MEXICANO QUE VA DE CLUB EN CLUB CON NEGOCIOS SOSPECHADOS

El señor de los sobornos

Carlos Ahumada Kurtz ya gerenció tres clubes argentinos: Talleres de Córdoba y dos en San Luis. Ahora afirman en Mendoza que iría por Independiente Rivadavia. Investigado en México y en nuestro país, tiene una fortuna tan turbia como su pasado.

 Por Gustavo Veiga

La historia de Carlos Ahumada Kurtz es digna de un guión de Martín Scorsese. El empresario argentino-mexicano va de club en club inoculando el virus de sus negocios sospechados de toda sospecha. Desde que volvió a Buenos Aires para quedarse, el 9 de julio de 2007 –había pasado 32 años de su vida en tierra azteca– administró y arruinó las economías de Talleres de Córdoba, Juventud Unida Universitario y Estudiantes de San Luis, los dos equipos puntanos que sobreviven en la B Nacional. Ahora parece que se mudará a la vecina provincia de Mendoza para tomar el fútbol de Independiente Rivadavia. En esa institución, el empresario mediático Daniel Vila sigue teniendo influencia. El diario Los Andes informó que esa sociedad trascendería los límites del club. Ambos se habrían reunido para “conformar un proyecto en común que les permita candidatearse también a la presidencia de AFA”. La información se la ratificó a Página/12 un periodista local que definió a ese encuentro y a la alianza en que se apoya como “el grupo de los treinta” que intentará presentar un candidato sorpresa en las elecciones presidenciales a realizarse en junio.

Ahumada Kurtz renunció al cargo más alto en el Estudiantes puntano a fines de febrero. Se fue pero no se fue, según se desprende de lo que dicen sus propios futbolistas. El volante Emiliano Méndez comentó la semana pasada: “Estudiantes es un club particular, diferente a cualquiera en esta categoría. No hay comisión directiva sino un presidente que maneja todo y nos transmitió que por ahí venía a San Luis y por ahí traía algo de plata”. Se refería a un dinero para cubrir parte de los sueldos atrasados correspondientes a los últimos cinco meses. El jugador agregó: “No queríamos llegar a esta situación, pero ver a compañeros llorar porque no tenían que comer ese mismo día fue tristísimo y como compañeros, como los más grandes, se nos caía la cara de vergüenza”.

Con esos y otros antecedentes, todavía más oscuros, judicializados y que lo involucran en la investigación por el caso del tráfico de efedrina –lo acusó el condenado Martín Lanatta–, Ahumada Kurtz está dispuesto a seguir su raid en otro club argentino. El cuarto en casi nueve años.

Su extensa cadena de delitos, negociados y relaciones promiscuas con cualquier poder político, se remonta a México, donde estuvo preso 1131 días desde el 26 de abril de 2004 hasta el 8 de mayo de 2007. Lo detuvieron porque el ex presidente de aquel país, Carlos Salinas de Gortari, le ofreció 400 millones de pesos mexicanos para filmar con cámara oculta a dos integrantes del Partido Revolucionario Democrático (PRD) mientras les pagaba coimas. Ese caso se conoció mundialmente como los videoescándalos.

Pero hay más. El paso de Ahumada Kurtz por dos clubes de fútbol de su país adoptivo, lo colocó varias veces en la primera plana de los medios. Un viejo cable de la agencia EFE titulado “La sombra del crimen organizado planea también sobre el fútbol mexicano”, finalizaba así: “La Liga mexicana también impidió la presencia en la Primera División del empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada, cuando éste compró los equipos de Santos Laguna y León, que perdió tras verse involucrado en un escándalo de desvío de recursos en la capital mexicana”.

En el León nombró al ex árbitro Edgardo Codesal como presidente. Aquel de la final con Alemania en el Mundial de Italia 90. En 2003 se comprobó que una de las secretarias de Ahumada Kurtz anotaba en su agenda entregas de dinero, regalos y favores varios a funcionarios, políticos, árbitros y periodistas. Codesal estaba entre ellos.

El actual presidente de Independiente Rivadavia, Leonardo López, debería conocer estos antecedentes. Según su antecesor en el cargo, Dardo Agost, López responde a Vila, quien posee inversiones diversificadas en sociedad con el ex diputado y lobista José Luis Manzano.

Sobre el fútbol Vila opina a diario en los medios. Incluso es parte del juego negocio. Compró para el canal América algunos partidos del Fútbol para Todos. De ahí que pueda ser posible lo que informó, además de Los Andes, elpuntano.com, un medio de San Luis: “El polémico empresario que recientemente dejó la presidencia de Estudiantes de San Luis tiene avanzadas las negociaciones para desembarcar en Mendoza. Ante la falta de apoyo de Rodríguez Saá al deporte, Ahumada estaría cerrando su vínculo con Daniel Vila quien mantendría un encono con el gobernador sanluiseño”, publicó el jueves último.

Para el señor de los sobornos, como todavía se lo recuerda en México, no hay espacios vírgenes si se trata de concretar negocios. La última perla que agregó a su collar es un terreno que le cedió la Municipalidad de la ciudad de San Luis. Tiene 15 hectáreas y pertenece a un predio más amplio denominado Granja La Amalia, donde durante la última dictadura funcionó un centro clandestino de detención bajo el mismo nombre.

Ahí pretendía levantar un estadio para 10 mil personas que utilizaría el club que todavía controla, Estudiantes, y que sería vecino del Centro de la Memoria y un proyecto de desarrollo urbano con 409 viviendas, que completarán la escenografía de 40 hectáreas en total. Si el uso de la Ex ESMA generó en su momento un fuerte debate entre distintos organismos de derechos humanos, la situación en la capital puntana volvió a interpelar sobre lo que fue un centro de detención dependiente de la Fuerza Aérea.

Asociado a la iniciativa que le iba a dar diferentes usos al predio, estaba el municipio que gobierna el reelecto intendente del Frente para la Victoria, Enrique Ponce. El mismo que acaba de recuperar las hectáreas otorgadas al argentinomexicano por vía judicial y porque su club no cumplió con ninguna de las obras proyectadas.

Si finalmente Ahumada Kurtz abandona San Luis como viene anunciando –y a pesar de las inversiones que hizo en la provincia–, según él habrá “240 niños que no podrán participar en los torneos de inferiores de la AFA” porque se perdió el predio. “Si soy un estorbo para el crecimiento del club, me voy”, dijo.

Hay algo que Ahumada hace muy bien y es victimizarse. Pero ya lo descubrieron varias veces en ese papel de actor de reparto. Como cuando se fugó en el baúl de un Peugeot 807 conducido por Martín Vilallonga, un ex futbolista. Lo buscaba Interpol al poco tiempo de su llegada a la Argentina y terminó detenido por unas horas hasta que pagó la fianza.

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Carlos Ahumada Kurtz, un empresario polémico por donde se lo mire.
 
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