El bonaerense Matías Rossi se impuso ayer junto al porteño Esteban Guerrieri en los “500 kilómetros de Olavarría” de Turismo Carretera, y se convirtió así en el nuevo líder del campeonato del Turismo Carretera al cabo de la quinta fecha disputada en el autódromo Hermanos Emiliozzi.

El piloto de Del Viso fue regular durante las 123 vueltas que duró la competencia, ejecutó con precisión y rapidez los dos ingresos a boxes para intercalarse al comando del volante del Chevrolet número 2 con Guerrieri y cargar combustible, y consiguió así su segundo triunfo consecutivo en la categoría, luego del obtenido en Concordia hace dos semanas.

El uruguayo Mauricio Lambiris (Torino) junto a Julián Santero y el bonaerense Martín Serrano (Dodge) en dupla con Martín Basso, completaron el podio de una competencia que sufrió cinco neutralizaciones, que tuvo 12 punteros distintos y en la que la estrategia, el trabajo de equipo y la pericia de cada piloto jugó un papel fundamental.

El actual campeón, Omar Martínez, picó en punta con su Ford gracias a que la grilla se conformó por ranking, en un fin de semana que, por consiguiente, no tuvo series ni clasificación. El Gurí, quien pudo competir en Olavarría tras apelar la sanción de cuatro fechas de suspensión y una multa económica de 200 mil pesos tras ser excluido en Concordia, conservó la posición de privilegio en los primeros 3 giros hasta que Rossi lo superó, aunque el entrerriano rápidamente reaccionó y recuperó la posición.

Allí se mantuvo Martínez hasta el giro 30, cuando Josito Di Palma lo superó, aunque el Gurí se repuso en el relanzamiento, siete vueltas después, luego de la primera aparición del auto de seguridad y volvió a comandar una carrera en la que los neumáticos respondieron a la perfección.

Mientras Rossi transitaba con bajo perfil y parecía perder rendimiento, Martínez decidió ingresar a boxes en el giro 48. A partir de ese momento, comenzaron a sucederse distintos nombres en la punta de la prueba, y Agustín Canapino tomó la posta con firmeza, hasta que el motor de su Chevrolet lo dejó a pie. Guerrieri, quien ya estaba al volante del Chevrolet de Rossi, heredó el liderazgo, mientras el Gurí abandonó con problemas técnicos en su Ford y Emiliano Spataro comenzó a ensayar distintos intentos de sobrepaso sobre el rezagado Torino de Norberto Fontana manejado por Nicolás Trosset, para intentar dar batalla en la punta.

En la vuelta 83, Guerrieri entró a boxes para que vuelva a subirse Rossi a su Chevrolet y Spataro lo copió, aunque la jugada le salió mejor al campeón de la categoría en 2014. Es que 14 giros después, Rossi recuperó la punta de la carrera, tras el ingreso a boxes de Iván Ramos (con el Torino de Nicolás Gánzalez) y de Próspero Bonelli.

Spataro entró luego a boxes para reparar un problema en su unidad y además de ceder gran parte de sus chances pareció allanarle el camino hacia la victoria a Rossi, pero el Misil se encontró con un nuevo obstáculo en su camino hacia la bandera a cuadros.

El cuarto auto de seguridad pareció ser la última carta del resto de los participantes para tratar de impedir la vigésima victoria en TC del piloto del Donto Racing, quien se escapó de Lambiris en el reinicio. Pero Laureano Campanera le trajo malas noticias a su compañero de equipo, porque se encajó con tres giros por delante y obligó a la última neutralización.

Un giro de velocidad pura le quedó a la prueba tras el relanzamiento, pero Rossi no tuvo problemas para conservar el liderazgo, obtener un gran triunfo y subirse a lo más alto de la etapa regular del campeonato, con dos puntos de distancia sobre Lambiris.