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Brooklyn Nets confirmó la contratación de Jason Collins, que se convierte así en el primer jugador abiertamente homosexual en la historia de la NBA y en el primero en las cuatro grandes ligas deportivas de Estados Unidos, aunque el contrato tiene una duración relámpago de diez días. Collins, de 35 años y con 13 temporadas de experiencia, debutaba anoche en el partido que los Nets disputaban ante los Lakers en Los Angeles. Sus promedios a lo largo de su carrera son de 3,6 puntos y 3,8 rebotes.

Collins admitió ser gay en abril del año pasado en un extenso artículo escrito en primera persona para la revista SportsIllustrated. “No quiero que mi raza me defina más ni tampoco mi orientación sexual. No quiero ser etiquetado. Estoy en contra del estereotipo gay”, escribió. “No puedo estar más orgulloso”, dijo entonces el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Desde entonces y pese a las felicitaciones y el apoyo de Obama, de Kobe Bryant y de Martina Navratilova, Collins no había encontrado equipo. Desde entonces había esperado una oportunidad en la NBA que ahora le concederán al menos por diez días los Nets, donde respaldará el juego interior de un equipo que ha perdido para el resto de la temporada a Brook López, pero que aún cuenta con Kevin Garnett, Andray Blatche y Mason Plumlee.

Tras un mal inicio de temporada, los Nets, el segundo equipo de la NBA en carga salarial, suman un balance de 25 victorias y 28 derrotas y son octavos de la Conferencia Este, última plaza que da acceso a los playoffs.

Varios deportistas masculinos admitieron ser homosexuales acabada su carrera profesional, pero ninguno lo había hecho públicamente estando aún en actividad. El jugador universitario de fútbol americano Michael Sam reveló hace dos semanas que era gay, por lo que la próxima temporada podría ser el primer profesional abiertamente homosexual de la NFL. El futbolista Robbie Rogers, ex internacional estadounidense, admitió públicamente el año pasado que era homosexual y anunció que dejaba el deporte, pero a los pocos meses cambió de idea y ahora juega para Los Angeles Galaxy de la MLS (Major League Soccer), una liga de menor relevancia comparada con la de básquetbol (NBA), fútbol americano (NFL), béisbol (MLB) o hockey sobre hielo (NHL).