AUTOMOVILISMO Y MOTORES
PRUEBA DE MANEJO: PEUGEOT 206 SW Una familiar picantita
Por P. V.
El motor es brioso, picante. El recorrido de autopistas programado por Peugeot para el ensayo dinámico de su flamante 206 SW se presta a acelerar y el cuatro cilindros naftero de 1587 cm3 pide más: la velocidad máxima es de 190 km/h y parece que se llega hasta allí arriba casi como por añadidura.
La casa del león decidió estirar la plataforma del 206, un coche lanzado al mercado en 1998 y que sigue vigente, para transformarlo en una pequeña rural pensada para familias chicas o parejas sin hijos, porque este auto es tan ágil como familiar.
Sin demasiados lujos en el tablero, pero sin faltarle nada, el 206 SW no se niega al castigo. Las amplias curvas de las autopistas que entran y salen de Buenos Aires, y llevan hasta la estancia La Candelaria de Lobos, son copiadas con holgura. Llega de 0 a 100 km/h en 32 segundos y la fábrica apuesta al carácter entre dinámico y deportivo para hacerlo interesante. Según la fábrica, el consumo mixto es de 6,7 litros cada 100 kilómetros.
El baúl es un 30 por ciento más grande que el de la berlina, con 313 dm3 de capacidad, gracias a un voladizo de 19 centímetros sobre el tren trasero. La novedad es que no sólo se abre la quinta puerta sino que puede levantarse solamente la luneta, lo que permite hacerlo en espacios reducidos. Las ópticas traseras están incorporadas a los parantes, al estilo Focus.
Pensado en dos versiones, la Confort y la Premium, fue destinado a pelear una franja del mercado superior a la imaginada: su rival, aseguran, no es el VW Gol Country sino la Opel Meriva, un monovolumen. Acaso los precios expliquen mejor el posicionamiento: 37.900 y 40.900 pesos.