Cuatro años atrás, Emanuel Moriatis vivió en Rafaela una de sus más amargas experiencias como piloto de autos de carrera: ese día, envuelto en un tremendo accidente, su copiloto Walter Jakowczuk salvó su vida de milagro. Por eso era una cuenta pendiente para el piloto de Lanús lograr una victoria en el tremendo óvalo rafaelino. Por eso, su primer agradecimiento al bajarse vencedor fue para su amigo el Gordo Walter, que todavía la puede contar...

“No me hago mala sangre cuando las cosas no me salen bien. Realmente no sé cuál es la diferencia entre un piloto hiperprofesional y yo.” Moriatis sumó su segundo triunfo del año, después de haber ganado en Santiago del Estero, y le pegó una ojeada a la lucha por el título: “El Pato Silva me lleva una gran diferencia, viene muy bien, está firme. Todavía no se cayó. Hay que esperarlo, falta mucho todavía, si eso sucede tenemos que estar ahí para descontar”, señaló. Tres vueltas tardó Moriatis en llegar a la punta: hacía seis años que un Ford no vencía en Rafaela.

Silva, que había caído al octavo lugar, terminó quinto, sumando más puntos gordos para su proyecto de quedarse con el título que ya ganara en 2005. “El auto anduvo bárbaro y en la carrera no me involucré en situaciones críticas, me salió todo bien. Para el campeonato falta mucho”, señaló el chaqueño con la satisfacción de haber cerrado otro buen negocio. Solo faltan siete carreras...

La estrella de la jornada, más allá de la eficacia de Moriatis, resultó ser Roberto Urretavizcaya, el veterano de más de 22 años en TC, que corría en Rafaela su competencia número 324. En una sola maniobra, saltó del cuarto al segundo lugar, que conservaría hasta la bandera a cuadros: “Ponce de León mordió la tierra, se retrasó un poco y sabía que se iba a atorar un poco, aproveché la ocasión y se dio” explicó el piloto de Chacabuco, que pasó por encima de los pianitos en la chicana, al mejor estilo de sus antiguas actuaciones en la ruta. “Tenemos un presupuesto muy humilde, en nueve carreras sólo hicimos dos pruebas, apenas si nos alcanza para venir a correr”, contó Pablo Satriano, el preparador de Urretavizcaya.

El autor de la pole-position, Jonatan Castellano, fue la otra “víctima” de la maniobra de Urretavizcaya, y debió conformarse con el tercer lugar. “Si yo estiraba la frenada no entrábamos y se hubiera armado un zafarrancho. Fue una lástima porque era el momento de empezar a atacar y no encontré nunca el momento –explicó el piloto de Lobería–. Es el tercer podio que hacemos en el TC, aunque nosotros habíamos llegado con intenciones de llevarnos mucho más.”

El momento dramático se vivió en la vuelta 13, después de que a la Chevy del campeón Christian Ledesma se le desprendiera la rueda delantera izquierda en el sector de la segunda chicana. La rueda salió disparada, pero su velocidad fue atenuada por el alambrado y rozó a una mujer y un niño, que sufrieron traumatismos leves.

La Carrera

TC. 9ª fecha, Rafaela.

25 vueltas, 114,250 km

Promedio del ganador: 195,573 km/h.

Record de vuelta: Silva, en la 9ª, 1m28s973, a 197,453 km/h.

Ganadores de series: Castellano, Moriatis, Ponce de León

Campeonato: Silva, 156 puntos; Ramos, 120,50; Moriatis, 117,50; Ponce de León, 113; Ledesma, 103; Ortelli, 95; Castellano, 89,50; Aventín, 85.

Próxima competencia: 3 de agosto en Río Cuarto.