Lunes, 7 de enero de 2013 | Hoy
AUTOMOVILISMO Y MOTORES › MARCOS PATRONELLI SE ENCONTRó INESPERADAMENTE EN LA VANGUARDIA DE LOS CUATRICICLOS
Al completarse la segunda etapa, en Pisco, el de Las Flores se sorprendió con la punta. El doloroso abandono de Hansen, la dantesca deserción de Busín. Peterhansel fue el que menos se perdió entre los que manejaron autos.
Marcos Patronelli no se imaginaba estar ya primero, tan pronto, al cumplirse la segunda etapa de esta edición 2013 del Rally Dakar, con partida y llegada en Pisco (Perú). El campeón 2010 de los cuatriciclos salió a cazar al peruano Ignacio flores, que había ganado el tramo anterior, y comenzó a preocuparse cuando no lo encontraba en el desierto, atravesando las dunas de Ica. ¿Tan rápido viajaban los rivales en el arranque? “Sin mi hermano me pareció algo extraño, pero después tiramos juntos con este muchacho que ni sé como se llama”, sostuvo Patronelli en alusión a su escolta, el árabe Sebastián Husseini, que está acostumbrado a las dunas y ya está segundo.
Patronelli llegó al control final en Pisco sin haber podido alcanzar a Flores... y allí descubrió que era el primer en llegar. “Hubo muchos problemas de navegación en la etapa, probablemente se perdió”, reconocía después. El piloto de Las Flores recorrió los 250 kilómetros de especial buscando a un rival fantasma, y en esa carrera fue acompañado por quien ahora es su escolta. El bonaerense Tomás Maffei, que había tenido que cambiar el motor de su cuatriciclo al cabo de la primera etapa, el sábado, quedó séptimo en la general, a casi 27 minutos de Patronelli.
Maffei al menos pudo seguir; no tuvo la misma suerte Santiago Hansen, uno de los candidatos a meterse entre los primeros, que se confió en el parcial inicial del sábado, de apenas 13 kilómetros, y se “comió” una quebrada en medio de las dunas. Como resultado, la máquina se clavó en el terreno y el piloto se cayó con tanta mala fortuna que sufrió la fractura de su húmero derecho. Cuando el Dakar prácticamente no había comenzado, Hansen ya estaba fuera de combate.
De la sorpresa al dolor, y a la conjunción de ambos sentimientos: la moto del rionegrino Pablo Busín fue consumida totalmente por el fuego. En un terreno rocoso, Busín perdió el control y con la temperatura que llevaba la máquina y el roce contra el piso, las llamas pronto hicieron presa de la unidad. Busín incursionó en el Dakar en la edición 2010 y siempre había logrado llegar a la meta. De hecho, el rionegrino arribó al quinto rally sudamericano con una moto usada porque era el último Dakar que iba a disputar en dos ruedas, ya que para el año próximo tiene previsto correr en autos.
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