TENIS › SUAREZ Y RUANO PASCUAL GANARON EL US OPEN
Paola y Virginia: Déme dos
La Negra Suárez sigue haciendo historia de la grande. Una vez más, junto a la española Virginia Ruano Pascual, se llevaron un título de Grand Slam en dobles femenino. Con un contundente 6-2 y 6-2 batieron y dejaron sin respuesta a Martina “La Leyenda” Navratilova y Svetlana Kuznetsova en la final del US Open en Flushing Meadows.
Paola Suárez volvió a escribir un capítulo importante dentro de su carrera y aportó una vez más a la historia grande del tenis nacional. La argentina se consagró ayer, por segundo año consecutivo, campeona del torneo de dobles del Abierto de los Estados Unidos junto a la española Virginia Ruano Pascual, al imponerse en la final por un doble 6-2 a la mítica estadounidense Martina Navratilova y la rusa Svetlana Kuznetsova. La pareja hispanoargentina rompió así el maleficio que arrastraba este año, luego de haber perdido las finales de los otros tres torneos de Grand Slam (Abiertos de Australia y Francia, y Wimbledon). Suárez y Ruano Pascual embolsaron 400 mil dólares de premio por su triunfo en el último gran torneo del año, que se disputa en el complejo de Flushing Meadows, Nueva York, y reparte en total más de 17 millones de dólares.
“Es algo increíble. Cuando empezamos los torneos, la final parece muy lejos, pero al final siempre estamos”, comentó Suárez, de 27 años. “Disfrutamos mucho de lo que hacemos porque nos ha costado llegar y no pasa muchas veces esto en el tenis. Nos sentimos muy bien juntas en la cancha”, completó la pergaminense.
A su vez, Ruano Pascual dijo luego de recoger el trofeo y el cheque correspondiente que querían “el triunfo por haber perdido las otras finales”. La de ayer fue la séptima final consecutiva de un Grand Slam que juegan Suárez y Ruano, que cuentan ahora con dos Abiertos de Estados Unidos (2002 y 2003), y dos Roland Garros (2001 y 2002).
Del otro lado, la veterana Navratilova, de 46 años, reconoció el mérito de sus oponentes. “Primero tengo que felicitar a Paola y a Virginia porque han jugado un gran partido”, puntualizó. Y agregó: “Nosotras lo hicimos lo mejor que pudimos y a pesar de perder, estar en la final ya es una gratificación de por sí”. La pareja ruso-estadounidense, que le había ganado a la hispanoargentina en la única ocasión en que se habían enfrentado, se llevó 180 mil dólares por acceder a la final.
“Creo que sí, pero tengo que pensarlo”, afirmó la checa naturalizada estadounidense, sobre su presencia en la próxima edición del Abierto neoyorquino. En caso de victoria, Navratilova hubiera sido la mujer de más edad en imponerse en este Abierto, rompiendo el record de Margaret Osborne DuPont, que tenía 42 años cuando ganó los dobles mixtos en 1960, antes de que la competición se convirtiese en “Open”. Navratilova aspiraba al torneo número 59 de Grand Slam, luego de haber conquistado 18 certámenes individuales, nueve dobles mixtos y 31 dobles femeninos.
Duelo de belgas
Por su parte, en la noche del sábado la belga Justine Henin-Hardenne, segunda favorita, ganó el torneo de singles al imponerse en la final por 7-5, 6-1 a su compatriota Kim Clijsters, primera cabeza de serie. De esta manera, Henin-Hardenne obtuvo el segundo torneo Grand Slam de su carrera, tras imponerse esta temporada en Roland Garros (Francia), también frente a Clijsters, que sigue liderando la clasificación mundial.
“Es una confirmación, ratifica que el Abierto de Francia no fue un accidente”, afirmó la ganadora, quien aclaró que se sentía “la mujer más feliz del mundo”, y remarcó que no piensa “en las (hermanas) Williams ahora”, cuya ausencia en Flushing Meadows facilitó la tarea a las finalistas.
Clijsters sigue liderando la clasificación de la WTA, pese a no haber ganado nunca uno de los torneos “grandes”, mientras Henin-Hardenne pasa a ocupar la segunda colocación en el ranking tras esta victoria. “Ella ha jugado un gran partido y no he podido hacer nada”, lamentó Clijsters.
La del sábado fue la segunda final femenina íntegramente belga en una competición del Grand Slam, tras la que protagonizaron en París, y la segunda protagonizada en Flushing Meadows por tenistas de un mismo país, sin contar Estados Unidos.
Al inicio de su carrera profesional, hace cinco años, nadie imaginaba que una joven de cuerpo endeble (1,67 m y 56 kg), podría hacerse un lugaren la cúpula del tenis femenino, donde la potencia ha tomado el mando sobre la técnica y la inteligencia.