TENIS
Cuando se decide a jugar, nadie puede contra Federer
Se puso las pilas en la final y liquidó al estadounidense en apenas dos sets. El suizo rubricó de la mejor manera su candidatura al US Open, el último Grand Slam del año, que se juega desde la próxima semana. Este Masters Series fue su noveno título de la temporada.
En apenas setenta y cinco minutos, el suizo Roger Federer subrayó su condición de número uno del mundo, el tiempo que tardó en solventar su compromiso contra el estadounidense Andy Roddick, tercero del ranking, en la final de Cincinnati, el noveno título que el helvético suma en la temporada y el cuarto con la categoría de Masters Series. La aparente falta de autoridad con la que el tenista de Basilea había solventado sus compromisos previos del torneo de la ciudad estadounidense, la mayoría apurados hasta los tres sets, desapareció en la final, que ganó 6-3, 7-5.
Esta fue también la victoria consecutiva número 18 de Federer desde que cayó el 3 de junio en semifinales del Roland Garros ante el español Rafael Nadal. El europeo presenta un magnífico balance de 10-1 frente a Roddick, además de haber logrado su sexta victoria consecutiva. Roddick, quien se quejó de dolores en el pie derecho durante el encuentro, buscaba su quinto título de la temporada. “Esto es fantástico –dijo Federer–. Esto es parte de una sorpresa porque no había jugado con él desde Wimbledon. Jugué realmente un tenis fantástico”, agregó.
Federer recuperó todos sus argumentos. Realzó su talento en el resto ante un especialista en el saque como el tenista de Nebraska, al que propinó con dos roturas en el primer parcial mientras el estadounidense fue incapaz de cuestionar el sólido servicio del suizo.
Tampoco le tembló el pulso en la continuación. Cuando Roddick, por primera vez en el partido, consiguió quebrar el servicio de su oponente en la única ocasión que dispuso. El número uno del mundo logró dos. Y cerró el partido para completar su primera etapa en la puesta a punto hacia la defensa del título del Abierto de Estados Unidos que conquistó hace un año. Su inminente gran objetivo.
Roger Federer retomó en Cincinnati la autoridad. Al margen de los ecos que impulsan la figura de Rafael Nadal, su gran perseguidor en el ranking y el que, hasta ahora, mejores números advertía en el ejercicio. Pero la raqueta helvética ya iguala los llamativos registros del balear, que disfruta de su mejor momento como deportista, ahora provisionalmente abstraído de la competición tras caer en la primera ronda del Masters Series de Cincinnati después de conquistar el de Toronto, el primero que gana en superficie rápida, en el que rehusó participar Federer.
El suizo, que totaliza 31 títulos en su carrera, suma ya nueve en el 2005, los mismos que tiene Nadal. El jugador de Basilea, que conquistó Wimbledon por tercer año seguido, ha vencido también en Rotterdam, Halle, Doha, Dubai y en los Masters Series de Miami, Hamburgo, Indian Wells y ahora Cincinnati. Federer, que ha sumado contra Roddick su décima victoria particular en once encuentros, apuntaló en Cincinnati su condición de máximo favorito para el Abierto de Estados Unidos. Ha ganado 55 de sus últimos 56 partidos en superficie dura y con la de hoy no ha perdido ninguna de las 22 finales que ha disputado.