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La Selección Argentina de básquetbol, por más que actuó sin sus principales figuras, logró anoche una histórica victoria 95-78 ante Brasil y se consagró campeón de la 41ª edición del Campeonato Sudamericano, que se jugó en el estadio Censa de Campos, ante 3 mil espectadores. Argentina se desquitó así de la derrota 83-80 sufrida en la final de la última edición disputada en Montevideo en el 2003 y de la caída 98-92 en la primera fase de este torneo. Además terminó con una racha de 69 años sin ganar de visitante en Brasil por un Sudamericano. El equipo dirigido por Fernando Duró jugó un básquetbol de gran nivel, ya que brilló en defensa, donde anuló a los hombres clave de Brasil y en ataque contó con distintas variantes para poder vulnerar las variantes defensivas que utilizó el entrenador Lula Ferreira. El alero Walter Herrmann (justo a un año de la pérdida de su madre, una hermana y su novia) fue la gran figura y jugador más valioso de la final, al anotar 37 puntos, con 4 triples, y capturar 14 rebotes, pero también descollaron Leonardo Gutiérrez, que consiguió 17 unidades y Carlos Delfino (foto), que logró la misma cantidad. Luego de un comienzo flojo, donde los brasileños anotaban con mucha facilidad, Argentina fortaleció su defensa y, de a poco, se fue adueñando del trámite, siempre sustentado en el goleo de Herrmann y Delfino. Así llegó a conseguir una ventaja que rondaba los diez puntos, más allá de un bajón sobre el final del primer tiempo que les permitió a los locales acercarse a cuatro unidades. Sin embargo, en el inicio del tercer parcial, Argentina empezó a tener suficientes variantes para despegarse en el marcador, sin que los brasileños pudieran impedirlo. Es por eso que, pese a un intento de remontada por parte de los locales, el triunfo argentino nunca corrió peligro, porque siempre aparecieron las conversiones de Herrmann para evitar cualquier susto. De esa manera, el conjunto nacional redondeó una tarea de menor a mayor y logró un éxito que dejó mudos a los 3 mil brasileños que fueron para ver ganar a su equipo.