Odiseo o Ulises habrá tardado diez años en volver desde Troya a Itaca, recuperar a su mujer y a su hijo y masacrar a los pretendientes, pero la verdad es que no le fue mal. Primero le dio a Homero la idea central para la Odisea, treinta siglos más tarde intervino en la novela de Joyce que lleva su nombre, y hace poco inspiró a un médico catalán para nombrar un síndrome que aqueja a los emigrantes/inmigrantes legales o no que huyen del neoliberalismo del tercer mundo hacia el neoliberalismo del primero, a la espera del triunfo. Al fin y al cabo, el “síndrome de Ulises”, que presenta síntomas específicos, quizá sea el nombre médico de la nostalgia.