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Objetos:
“Bajo tierra te voy a alentar”, podría ser el slogan publicitario del nuevo producto que promueve el Deportivo Saprissa, campeón costarricense, propiedad del magnate mexicano Jorge Vergara, y la empresa fúnebre La Auxiliadora, quienes suscribieron un acuerdo para fabricar ataúdes con los colores del club, morados y con la insignia del equipo, una ese en forma de dragón. Los féretros deportivos salen en ese país 380 mil colones, que equivalen a unos 820 dólares. Al enterarse de la existencia de este negocio, los integrantes de la Comisión Directiva de Boca, entidad que se jacta de ser en todo primero, dijeron al unísono: “En esta sí que se nos escapó la tortuga”.

Príncipes y mendigos:
De un lado del Río de la Plata, River es un club rico, con un plantel envidiable y muchos millones de dólares; del otro lado, está el River Plate uruguayo, a punto de perder todo su mobiliario de su sede y otros bienes con fuerte valor simbólico, como los trofeos y la bandera de la institución, a raíz de un embargo promovido por un ex preparador físico del equipo que asciende a los 60 mil dólares. Pero lo peor de todo no parece ser eso: de no pagar la deuda, los “millonarios” uruguayos se quedarán sin los arcos del estadio Parque Saroldi, también embargados.

Papables:
Con las acciones del cardenal Bergoglio en baja, por sus simpatías con la Junta Militar del Proceso, y ya sin chances realistas de convertirse en el próximo Papa, Detorpes presentará ante el Vaticano una lista de deportistas argentinos papables para sustituir al primado de la Ciudad de Buenos Aires. Aquí están, estos son, los que juegan cerca de Dios: Hugo Curioni; Maximiliano Pellegrino; Emiliano Papa; Toti Iglesias; Fernando Paternoster; Santos Laciar; José Sanfilippo; Andrés San Martín; Jorge San Esteban; Flavio Zandoná; Julio Cruz.