El seleccionado argentino de hockey sobre césped femenino, Las Leonas, justificó el favoritismo que se le adjudica y venció por un abrumador 21-0 a su par de Brasil, en partido correspondiente a la primera fecha del grupo A de los Panamericanos Río de Janeiro 2007.

En el primer paso para obtener su sexto título continental consecutivo –es campeona sucesivamente desde Indianápolis 1987– y una plaza olímpica para Beijing 2008, el equipo dirigido por Gabriel Minadeo no se relajó y vapuleó a un adversario que recién está dando sus primeros pasos en la esfera internacional.

Por jerarquía individual y por funcionamiento colectivo, el representativo albiceleste fue mucho más de principio a fin y si no consiguió una diferencia mayor en la pizarra –cercana al record de 28-0 a República Dominicana alcanzado en Santo Domingo 2003– se debió a una muy buena labor de la guardavallas local, Lisandra Oliveira, en su primer cotejo como internacional.

La delantera Alejandra Gulla marcó cinco tantos y se erigió en la máxima anotadora argentina. La estratega rosarina Luciana Aymar, la mejor figura de la cancha, aportó otros cuatro. Además también convirtieron Rosario Luchetti (2), Claudia Burkart (2), Daniela Maloberti (2), Carla Rebecchi, Noel Barrionuevo, Mercedes Margalot, Giselle Kañevsky, Gabriela Aguirre y Magdalena Aicega.

El seleccionado argentino asumirá su segundo partido de la zona clasificatoria mañana desde las 15 frente a Uruguay, que en el estreno del certamen cayó 0-6 ante su par de Chile.

“Analizar este tipo de partidos es muy difícil. Porque no dejan conclusiones favorables. Solamente sirven para ensayar definiciones de corner corto y para mantener la concentración durante el juego”, reflexionó el técnico Minadeo, una vez concluido el cotejo.

Para el entrenador lo más saludable es que el equipo “irá subiendo escalones partido a partido. Todos los partidos nos vamos a exigir más y los rivales serán cada vez más complicados, a pesar de que ninguno nos debería sorprender”.

“Nosotras lo tomamos como un encuentro de práctica. Sabíamos que ellas (por las brasileñas) se iban a meter muy atrás y nuestra tarea estaba en tratar de llegar al fondo y generar jugadas de corto. Creo que funcionamos bien y encontramos variantes”, expresó Burkart, autora de dos tantos.

Al técnico Minadeo el ensayo le sirvió para “mover el banco” y darse cuenta del recambio con el que podría contar en compromisos más nivelados.

Brasil pagó caro precio por la inexperiencia. De hecho es su primer Panamericano en mujeres y muchas de las jugadoras que integraron el equipo son chicas que ni siquiera llegan a la mayoría de edad. Esos son los casos de Mariana Bonifacino y Helena Betolaza, ambas nacidas en Uruguay, con 17 y 15 años, respectivamente.

En ese contexto, el entusiasta público (200 personas) solamente se dedicó a contemplar los goles que recibía el equipo local y festejaba aisladamente hasta los cruces que las defensoras locales les ganaban a las argentinas.

Para dar un ejemplo de lo que resultó el dominio, el tablero oficial solamente contabilizó los primeros 18 goles y cuando faltaban ocho minutos para el final se puso en blanco y se apagó: no resistió los embates de unas Leonas que buscan el oro por sexta vez consecutiva.