Gabriela Díaz se convirtió en la heroína argentina del domingo al conquistar la medalla de oro en ciclismo BMX (bicicross) y aseguró que no siente presión extra cuando es considerada favorita antes de una competencia y que cualquier otro resultado hubiera sido un fracaso. “La plata hubiera sido una frustración para mí. Venía entrenándome para esto. Sólo me sorprendió haber tenido un nivel tan parejo, porque siempre voy de menos a más, pero hoy (por ayer) ya me sentí cómoda desde la clasificación”, dijo Díaz, quien mostraba un rostro satisfecho pero moderadamente feliz. Según ella misma reconoció, la entusiasman más las seis medallas doradas obtenidas en distintas categorías de los mundiales de bicicross que la que colgaron ayer sobre su cuello.

Apenas cruzó la meta en el circuito del Morro de Outeiro, con una ventaja de 1s112/1000 sobre la brasileña Ana Flavia, Díaz se abrazó efusivamente con su entrenador, Flavio Bacaresa. “Le estoy muy agradecida y le dedico esta medalla a él, porque muchas veces lo hacemos sufrir...”, argumentó la ciclista de 26 años.

A la hora de explicar su victoria, Díaz relató: “Di el máximo hasta la primera curva y aceleré en la recta. Después seguí más tranquila y llegué dominando a la meta, más relajada”.

Oriunda de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba, Díaz es una compañera inseparable de María Belén Dutto, quien es sordomuda y ayer terminó la final en séptimo lugar y bañada en lágrimas. “Lo único que empaña mi alegría de este momento es que a Belén no le haya ido bien. Al no escuchar, se le complica mucho en las largadas”, afirmó, solidaria con su amiga, la campeona panamericana.

Díaz buscará dar un nuevo paso adelante en su carrera en el próximo mundial de bicicross, en Victoria, Canadá, con el objetivo puesto en conseguir un lugar en Pekín 2008, nada más ni nada menos que los Juegos en los que el ciclismo BMX debutará como disciplina olímpica.

De meterse en los Juegos Olímpicos, tiene en claro que no le será tan fácil como a nivel panamericano: “Las europeas son muy fuertes, tienen muchos recursos, especialmente en Holanda, Francia e Inglaterra. Y también están las australianas. Pero si uno clasifica a la final no hay nada imposible”.

La argentina, actual subcampeona mundial en la categoría de Elite, no le escapa al esfuerzo cuando se trata del bicicross, actividad que combina con la universidad, en la que estudia profesorado de educación física.

“Me entreno en doble o triple turno, dos o tres horas por día. Y lo puedo hacer gracias a la ayuda económica de mis padres y de las becas que tengo de los gobiernos de Córdoba y Argentina”, afirmó. Y agrega un dato: la bicicleta que desde hoy se valúa en oro le costó en su momento 2 mil dólares, comprada en el exterior.