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Gimnasia se quedó con La Plata al imponerse 3-1 a Estudiantes, en un partido que no estuvo exento de incidentes. El equipo del Bosque recién pudo justificar su victoria cuando sacó dos goles de ventaja, porque hasta allí el desarrollo había sido de una paridad general.
“Estoy muy feliz porque nos debíamos ganar un clásico –señaló el entrenador de Gimnasia, Carlos Ramacciotti–. El equipo se mostró muy ordenado, como contra Boca y en otros partidos. No nos merecemos estar en la posición que ocupamos en la tabla. Lamento por lo de Estudiantes, porque también está en una posición que no es la que le corresponde, indudablemente merece mucho más.”
“A nadie le gusta perder con los vecinos, ahora hay que comérsela y no llorar –pidió Oscar Malbernat, que debutaba como técnico de Estudiantes-. Hay que seguir adelante, darles ánimo a los jugadores. En determinados momentos, el equipo hizo buen fútbol. Pero los goles llegaron en momentos clave. En el primer tiempo, cuando mejor estaba Estudiantes, convirtieron ellos. Y en el segundo tiempo, también.”
La apertura del marcador llegó cuando Enría ensayó una escapada por la derecha y luego de ganarle a la marca del peruano Pajuelo, sacó un centro pasado que fue muy bien aprovechado por el uruguayo Choy, que entró por atrás de todos, y que con toque de zurda la clavó al segundo palo de Docabo.
Pasada la media hora, arribó la igualdad. Aquino ganó una pelota por la derecha y mandó el centro, que conectó defectuosamente Quatrocchi, pero que Maggiolo empujó al fondo del arco de Olave.
El complemento no trajo nada nuevo, casi fue un calco de la primera etapa. Pero el segundo de Gimnasia llegó cuando una mano del chileno Osorio cerca de su medialuna le permitió a San Esteban meter un zapatazo de tiro libre que le picó antes a Docabo. Estudiantes se fue con todo a la búsqueda de la igualdad, y Pajuelo estrelló una pelota en el palo, pero en la réplica Madrid realizó una gran maniobra personal por la derecha y la alargó para la entrada de Turienzo, que sólo tuvo que empujarla.
A partir de ahí, comenzó a jugarse otro partido. Gimnasia se hizo dueño de la cancha, Estudiantes se sumió en la desesperación, y no extrañó que se quedara con uno menos, cuando Aquino le aplicó un codazo descalificador al uruguayo Choy y se fue expulsado.
El cotejo sufrió una suspensión de 18 minutos, cuando se jugaba la media hora del complemento, debido a que una parte de la hinchada estudiantil rompió el alambrado que daba a espaldas del arquero Docabo y pretendió ingresar al campo de juego.