EL DELANTERO MARCO LOS TRES TANTOS DE LA VICTORIA DE RIVER
Cavenaghi por triplicado
El líder del Clausura se las vio difíciles cuando Quatrocchi abrió la cuenta para Estudiantes. Pero a la vuelta del vestuario, el pibe de River la hizo sencilla, con dos goles en dos minutos para dar vuelta el partido, y un tercero para rubricar la victoria. Ahora River le lleva cuatro puntos de ventaja a Boca, con el que se topará en dos semanas.
Por Adrián De Benedictis
Luego de varias frustraciones en los últimos tres torneos, River pretende cortar la sequía de dos años sin títulos en el ámbito local. Una vez más, con contundencia y personalidad el equipo volvió a convertir tres goles -no marcó menos de esa cifra en los cuatro partidos– para sacar más ventaja en la cima de la tabla. Con un gran despliegue de juego, el conjunto de Núñez obtuvo todos los puntos que disputó, y ahora se distanció a cuatro unidades de su máximo rival, Boca, al que visitará dentro de trece días.
A pesar de que cambien algunos nombres, River continúa con su envión futbolístico en este inicio del torneo Clausura. Su racha exitosa no se detiene, y sigue marcando diferencias ante cada rival que se le cruza en el camino. Pero más allá de eso, River cuenta con uno de los mejores planteles del campeonato, y sabe explotar la capacidad individual de sus futbolistas. Así como el último miércoles Ariel Ortega fue el principal protagonista de la goleada ante Unión, en la tarde de ayer en La Plata, el juvenil Fernando Cavenaghi fue el encargado de resolver un encuentro de mucho riesgo. Sobre todo, teniendo en cuenta que Estudiantes se puso en ventaja a los 30 minutos del primer tiempo con un cabezazo del defensor Pablo Quatrocchi.
El chico de 18 años se despachó ayer con tres goles (ya suma ocho en el campeonato), y dio vuelta el resultado rápidamente. En apenas un minuto Cavenaghi convirtió dos tantos para comenzar la recuperación de River. En el primero, el delantero aprovechó un rebote del arquero Tauber, luego de un remate de Ortega; y en el segundo, le pegó suave desde la derecha por arriba del arquero. Todo eso sucedió entre los ocho y los nueve minutos de la segunda parte. A esta altura, Cavenaghi ya hizo olvidar al uruguayo Daniel Fonseca –que fue fundamental en un triunfo ante Boca, en los torneos de verano–, y también al relegado Juan Esnaider, quien ayer apenas jugó siete minutos, y todavía no pudo gritar con su nueva camiseta.
Cavenaghi ha demostrado ser un gran oportunista, siempre está ubicado en el lugar exacto en el momento justo. Ayer lo dejó bien claro en varias oportunidades, y de esa forma se transformó en la gran figura del partido. Para colmo, nueve minutos más tarde de marcar su segundo gol, el juvenil estiró la cuenta con otra gran definición: ingresó al área llevándose la pelota ante un defensor, le pegó de derecha, y luego de que rebotara en el palo, insistió con un disparo cruzado al segundo palo de Tauber.
En ese momento, River ya evidenciaba una clara superioridad sobre Estudiantes. D’Alessandro encaraba desde el medio, y Ortega se encargaba de desparramar defensores cerca del área rival. Entre los del medio, Coudet y Cambiasso se las ingeniaban para recuperar la pelota y desprenderse por ambos laterales. Además, el ingreso de Zapata en la segunda mitad le dio más variantes al ataque.
Sobre el final, Estudiantes descontó con un gol en contra de Demichelis, en su intento por despejar un tiro libre de Pompei. Con dos hombres menos por las expulsiones de Osorio y Azconzábal, el local no tuvo fuerzas para alcanzar la hazaña. River pasó por La Plata y dejó su marca característica.