EL CUADRO DE BIANCHI VENCIO A RACING POR 1 A 0
El despertador de Boca sonó a tiempo
A Boca, que venía dormido por la sucesión de empates en la Copa y el torneo local, le llegó la hora del festejo luego de un gran triunfo ante Racing. Donnet, tras una buena jugada colectiva, fue el autor del único gol en un partido cambiante y emotivo. Elizondo no cobró un penal que le hicieron al Chanchi Estévez. Fue expulsado Cascini, por doble amarilla.
Por Juan José Panno
La mejor jugada, la más vistosa, fue también la más importante, la que definió todo: el gol. Ocurrió a los 10 minutos, en el amanecer del partido. Cagna recibió un pase a domicilio de Clemente Rodríguez, giró frente a la marca del pibe Torres y se la dejó a Cascini, en la mitad exacta de la cancha. Cascini levantó la cabeza y se la jugó con un pelotazo que le salió redondito, porque le cayó a Tevez, sobre la izquierda, en la entrada al área. Apareado por el colombiano Orozco, Tevez, que podía haber intentado el remate forzado, eligió otra opción más inteligente: el pase hacia al medio, con el revés del botín derecho para la llegada franca y limpia de Donnet, en la medialuna. El ex jugador de Unión le dio como venía, con violencia y la pelota, levantada medio metro del piso, se clavó contra el palo derecho del pobre Campagnuolo, que no pudo atinar a nada. Con ese golazo, Boca le ganó a Racing, sostuvo el primer lugar en la tabla y cortó una racha negativa de empates que ensombrecía su futuro tanto en la Copa como en el campeonato local.
Los tres puntos llegaron como consecuencia de ese gol, de un interesante trabajo colectivo en gran parte del primer tiempo, de muy buenos rendimientos individuales y de mucha practicidad para defender como sea cuando se fue expulsado Cascini y Racing apretaba en el segundo tiempo. Boca ganó con lo justo y hasta se podría decir que merecidamente, a pesar del susto que pasó, de algunas lagunas y de su desesperación en los tramos finales. Resulta poco clara, eso sí, la legimitidad de su triunfo porque sobre el epílogo hubo un claro penal de Clemente Rodríguez a Maximiliano Estévez que el árbitro no cobró, acaso porque el Chanchi tiene demasiados antecedentes en eso de tirarse a la pileta en el área.
Los abanderados del mejor momento de Boca en el partido fueron los cuatro protagonistas centrales del gol: Cagna, Cascini, Tevez y Donnet, además de Battaglia y Crosa. Los volantes se valieron de su oficio para ganar ampliamente el duelo del medio, partieron en dos al cuadro de Ardiles y se juntaron bien con el enganche Donnet y con Tevez, que anduvo muy enchufado y cubrió la ausencia sin aviso del Pipa Estévez. Crosa, en el fondo, corrigió los errores de Burdisso y se las arregló para contener algunas buenas intenciones de Rueda o Mariano González. En el conteo de situaciones de gol, Boca también marcó diferencias en los 45m iniciales, porque produjo tres llegadas que hicieron lucir a Campagnuolo, mientras que la única clara de Racing la tuvo Milito, pero su remate se fue cruzado.
En el segundo tiempo, a medida que pasaban los minutos, el equipo visitante se aferró a la victoria parcial (Estévez se fue a jugar de 4 bis hasta que Bianchi lo reemplazó por Villarreal) y directamente se colgó del travesaño cuando echaron a Cascini y el DT metió a Schiavi por Cagna. Racing atacó primero con la pelota contra el piso, tratando de mantener el orden, y después a los ponchazos, fracasando siempre en la última estocada. El final fue confuso, embarullado, pero electrizante, caliente y emotivo, con mucha tensión en las tribunas. Un cierre a tono con una hermosa mañana de fútbol.