COMIENZA ROLAND GARROS CON DIECISEIS ESPERANZAS ARGENTINAS
París será una fiesta
Con las cabezas visibles de Coria, Nalbandian, Gaudio y Calleri que vienen de monopolizar las semifinales de Hamburgo, la legión argentina afronta el único Grand Slam de polvo de ladrillo con la ilusión de repetir el triunfo de Vilas hace más de un cuarto de siglo. Coria –invitado por Agassi a entrenar para ponerse a punto– aparece en su mejor momento para dar el salto. A la docena de hombres se suman cuatro chicas poderosas.
Por Sebastián Fest
Desde París
Quisiera entrenar contigo un días de éstos.” Guillermo Coria no lo podía creer. Las palabras que escuchaba el flamante ganador del Masters Series de Hamburgo no venían de cualquiera. Andre Agassi, uno de los tenistas más grandes de todos los tiempos, había ido decidido hacia él para pedirle ayuda en su puesta a punto para Roland Garros. Para Coria fue un sueño, pero el sueño de Coria es sólo el emergente de uno mucho mayor: los argentinos sueñan sin límites en París, donde hace 26 años Guillermo Vilas obtuvo el único triunfo para el país, y donde el título parece hoy más cerca que nunca.
Coria se entrenó el viernes con Agassi, y en esa anécdota simbólica –una gloria aún en la cima yendo a buscar a un sudamericano que da sus primeros pasos en el circuito– se puede resumir a la perfección el momento que atraviesa el tenis argentino. Todos hablan de él, todos quieren saber cómo es posible tanto éxito a nivel deportivo en un país más bien famoso por sus múltiples fracasos políticos y económicos de las últimas décadas. Un fenómeno de difícil explicación si no se toman en cuenta el esfuerzo y el talento individual de los integrantes de la Armada.
Tennis Magazine, una de las revistas más prestigiosas del tenis mundial, cita 43 candidatos a ganar el torneo masculino en su edición
especial de Roland Garros: cinco de ellos son argentinos. Pese a que todos hablan de Coria, el favorito para la revista es Gastón Gaudio, al que dan un tres por ciento de posibilidades de alzar la copa de campeón. Coria aparece con un 2,5 por ciento, las mismas posibilidades de David Nalbandian, en tanto que Agustín Calleri y Mariano Zabaleta comparten un 1,5 por ciento de chances. Los españoles Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá, con un siete y un 6,5 por ciento, encabezan las preferencias.
El español Albert Costa, defensor del título, cree que Coria es “el hombre” entre los argentinos. “Está listo para ganar el torneo, tiene hambre de tenis. Creo que él siente que puede ganar”, analizó el top ten español. La popularidad masiva del tenis en Argentina nació en los años ‘70 con Vilas, se mantuvo con José Luis Clerc, dio un salto con Gabriela
Sabatini y encuentra ahora una nueva fuente en qué creer. Los progresos de la nueva generación eran constantes en los últimos años, pero cuando cuatro argentinos coparon hace diez días las semifinales de Hamburgo, el mundo del tenis no ocultó su asombro por la brutal aceleración de su progresión ascendente.
La lógica de esa progresión indica ahora que llegó el momento de ganar un Grand Slam. Nalbandian rozó la posibilidad hace once meses con una impensada final en Wimbledon, pero si hay un Grand Slam en el que los argentinos sueñan con el éxito, ése es Roland Garros. Dieciséis argentinos –doce hombres y cuatro mujeres– buscarán desde hoy el camino hacia el título. Hombres de peso como Coria, Nalbandian, Calleri o Gaudio, pero también jugadores anónimos a escala mundial como Mariano Delfino, que a los 25 años juega por primera vez el torneo de sus sueños tras sortear la ronda de clasificación. De no ser por los 5000 dólares que le prestó su padre, jamás habría llegado a París.
Nadie espera hazañas entre las mujeres, pese a que Clarisa Fernández y Paola Suárez llegaron a semifinales y cuartos de final, respectivamente, un año atrás. Es la hora de los hombres. “No les tenemos envidia, todo lo contrario. Los conocemos a todos, y verlos ganar de la manera en que lo están haciendo nos emociona. Los argentinos parecen destinados a hacer algo muy grande en este Roland Garros”, coinciden Suárez y Fernández. No son las únicas que esperan el éxito de sus compatriotas. Vilas también está en París, y ayer jugó un partido de exhibición ante el ruso Andrei Chesnokov en una colmada cancha central. Roland Garros es cada año una cita de honor para Vilas, infaltable en el torneo de veteranos, pero si Coria y compañía concretan lo que insinúan, la mayor gloria del tenisargentino bien puede pensar que, un cuarto de siglo y un año después, puede por fin ceder el relevo.
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