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por Pablo Vignone

Hacer docencia con el resultado puesto es, además de antipático, injusto. Mucho más cuando, en estas páginas, se ha venido insistiendo en los últimos días con la tesis de que, aun con un equipo en llanta por eso de las ausencias de Coria y Nalbandian, la Argentina conservaba preciadas chances de llegar a la final de la Copa Davis.
El resultado, aunque adverso, probó que la intuición no estaba errada. Aun con los problemas que lo aquejaron durante la serie con España, como la inoportuna lesión de Mariano Zabaleta, el equipo que dirige Gustavo Luza arañó la consagración, remontando un 0-2 para obligar a la fortísima Armada Española a pelarse el lomo y definir en el último partido lo que en el programa estaba sindicado como un paseo.
Pero es dudoso que la AAT tenga el mismo gesto que la AFA contempló con Marcelo Bielsa, y le renueve a Luza el cargo de capitán de Copa Davis que fenece a fines de temporada. Probablemente, a diferencia de los periodistas, la Asociación tendrá muy en cuenta los resultados de esta semifinal a la hora de subir o bajar el pulgar.
Dijo ayer el capitán Luza respecto de Gastón Gaudio: “Los argentinos tendrían que aprender cuándo la botella está medio vacía o medio llena antes de criticarlo en los próximos días”. A Gaudio ya lo devoraron las fieras (empezando por el titular de la AAT, Enrique Morea), pero eventualmente alguien allí adentro se formulará algunas preguntas. Preguntas que no tendrían razón si, simplemente, Zabaleta no se hubiera lesionado el viernes...
¿Por qué el capitán prefirió como singlista al 32º del mundo, relegando al noveno del ranking, y al 16º, a jugar el dobles? ¿El capitán ignora los vedetismos que cruzan el estilo de este equipo? ¿No viajó a ver los últimos torneos para ver la actualidad de sus jugadores? Teniendo en cuenta eso, ¿Calleri no era mejor alternativa que Gaudio desde el arranque?
Luza tiene que estar muy tranquilo. Se jugó con su convicción. Priorizó el antecedente antes que la actualidad. Pudo haberle ido mucho mejor, se insiste, si Zabaleta no se lesiona ante Moyá. No debe perder el sueño.
Pero tampoco debería perder la compostura si se queda afuera de la conducción del equipo, como responsable que es de convocar y decidir. Desde la convicción, resolvió con acierto, hizo lo que creía. Desde el resultado, decidió mal. ¿Qué suponen que va a priorizar la AAT cuando traten el tema?