A todos nos dolió perder con Boca, pero había una sobrecarga de partidos que produjo cansancio y que no es producto de una mala preparación física”, apuntó el técnico de River, Manuel Pellegrini, al término del Superclásico. El chileno adelantó que no renunciará a su cargo, pero advirtió que a su equipo “le llegarán más derrotas todavía antes de fin de año”, como producto de las pérdidas por las convocatorias para el Sub-20 –Cavenaghi, Ferreyra y Mascherano– y la suma de partidos entre el torneo local y la Copa Sudamericana. “Esperemos ganar algún partido”, repuso, lacónico, el presidente de River, José María Aguilar.
“Estoy capacitado para revertir esta situación. Aguilar no me pidió la renuncia porque la tiene a su disposición desde hace mucho”, expresó Pellegrini, quien permaneció reunido por espacio de 50 minutos con el presidente y sus jugadores en el vestuario, una vez finalizado el cotejo. “No sé si éste fue el peor partido desde que llegué, pero el rival era Boca y tenía una trascendencia mayor. Primero estuvimos parejos y después nos superaron, y Costanzo fue figura”, comentó. “Noté al equipo cansado. Pero es lógico porque este grupo se preparó para jugar en dos frentes y afrontamos seis partidos en los últimos 16 días”, justificó.
Enterado de los dichos de Pellegrini, acerca de futuras derrotas, Aguilar comentó, no sin ironía: “River tiene pendiente las semifinales de la Copa Sudamericana. Derrotas siempre vienen y ojalá vengan algunas victorias”.
En el otro vestuario, Carlos Bianchi aseguró: “Dos goles al final son poco crédito para este equipo que demostró que existe una diferencia bastante grande entre ambos. Boca manejó el partido desde el primer minuto. En todo momento fue superior. El resultado es muy poco por todo lo que se hizo”. Luego, el entrenador señaló que “no hay ninguno mejor que Boca en el campeonato”. Y completó con una frase del legendario Alfredo Di Stéfano, presente en el estadio: “El dijo que le gusta ver al Real Madrid, al Arsenal y a Boca”.