FúTBOL
Un rastro que lleva a Patti
Por G.V.
El club Huracán de Tres Arroyos publicó el 19 de noviembre de 1972 un libro conmemorativo de su 50º aniversario, que se cumplió al año siguiente (el 3 de enero de 1973), y en el que se pueden observar un par de fotografías de Carlos Alberto Rivada. El deportista –que había sido militante político estudiantil mientras cursaba la carrera de Ingeniería en Bahía Blanca– ya aparece en imágenes de 1969, cuando su equipo se consagró campeón de la Liga local.
A Rivada se lo ve de pie, muy joven y delgado –tendría unos 19 años– rodeado de jugadores con pinta de más veteranos en la formación previa a un partido nocturno. Esa temporada, contribuyó al éxito de una campaña en la que el Globito jugó 18 encuentros, ganó 16 y empató apenas 2, con 56 goles a favor y sólo 7 en contra.
Por aquella época, en LU 24 Radio Tres Arroyos, se irradiaba el programa Los quince minutos de Huracán. En esa audición, durante 1972 –y cuando Rivada aún no había alcanzado su mayor rendimiento futbolístico– se realizó una encuesta entre hinchas y socios del club –que también convocó a simpatizantes de otras instituciones–, con el objetivo de elegir al mejor Huracán de todos los tiempos. Hubo votos para muchos futbolistas como adhesión al 50º aniversario y el puntero derecho de esta historia salió elegido entre los cinco mejores en su puesto.
En el otro libro, 22. Los tresarroyenses desaparecidos, se denuncia que en el secuestro de Rivada tuvo participación el servicio de inteligencia de la Marina. Con el ardid de sacarle fotos al equipo campeón de básquetbol de Huracán que festejaba su título con una cena, lo “ficharon” tras explicar que eran allegados al club Olimpo de Bahía Blanca.
Uno de los individuos que cumplió la supuesta tarea social de tomar fotografías, llamado Julio César Videla, según los autores Vergnano y Torremare, a la fecha de publicación del libro, vivía aún en Tres Arroyos, donde incursionó “en la militancia política, dentro de las huestes del ex subcomisario Luis Abelardo Patti”.