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–En el último partido del Apertura tuvo que apaciguar a los hinchas para evitar agresiones. ¿Ahí se dio cuenta de que no se valoran muchas cosas?
–Me parece que el reclamo era más porque no se había logrado el objetivo, que era jugar una final con Newell’s. En todo caso, esa desilusión los llevó a desahogarse, pero fue una mínima parte. El amor te lleva a cometer equivocaciones. Eso marca que hay un egoísmo muy grande de parte de la gente. Cuando Vélez pierde una instancia de ese nivel, los dirigentes nos sentimos responsables, y parece que la gente te mira mal, como reprochándote algo. Pero, después de un par de horas, el hincha se acercó para apoyarnos. Los reclamos fueron más por el accionar de la Infantería que hacia nosotros.
–¿Se podrá ganar un título antes de su despedida?
–Este año arriesgamos un poco más para tratar de lograr el objetivo máximo, que es el campeonato. Lo demostramos reteniendo a jugadores como Fuentes, Zárate y Castromán, agrandando un déficit sabiendo que tenemos a jugadores que son del club. Pero siempre estás en desventaja con River y Boca, que gastan más de 25 millones en el fútbol profesional. Nosotros estamos en el 30 por ciento de ello.