FúTBOL › COSTO ALTO DEL BAJON FISICO
Un solo equipo, dos campeonatos
Por Juan José Panno
Si Boca hubiera concretado las situaciones de gol que provocó en el primer tiempo; si Rodrigo Palacio hubiera tenido un poco más de suerte a la hora de definir; si hubieran entrado un par de los tiros que pegaron en los palos; si Boca hubiera mantenido la luz de distancia, sus hinchas ni se habrían acordado de la Copa Sudamericana.
Pero ocurre que Boca no concretó las situaciones que provocó y después ya no provocó más nada; ocurre que no tuvo suerte primero y tuvo mucha suerte después cuando Colón malograba un gol tras otro y se le acabó la suerte al final, cuando Moreno y Fabianesi cabeceó al arco vacío y marcó el gol decisivo; ocurre que Boca perdió y sus hinchas, que sienten pesados alientos en la nuca, dicen que Basile tendría que haber alternado a algunos jugadores para no someterlos a un esfuerzo tremendo que se paga caro.
Vieja historia: los comentarios suelen salpicarse demasiado con la chapa puesta.
Lo de los dos frentes simultáneos se discute desde siempre. Cada vez que un equipo debe alternar el torneo local con uno internacional surgen las dudas. ¿Se puede jugar con los mismos once? ¿Se deben armar dos equipos? ¿Se debe sostener una base y mover algunas piezas? ¿Qué se privilegia? Por regla general se dice que todo no se puede y la historia coincide, pero, sin embargo, la tentación de jugar a dos puntas con lo mejor de que se dispone es muy grande. Basile es consciente de que a Boca le importa más el torneo local (y la clasificación para la Copa Libertadores del año siguiente) que la Copa Sudamericana (que ya ganó el año pasado, por otra parte). Pero, a pesar de eso, el jueves –contra Internacional de Porto Alegre– puso el mismo equipo que ayer salió a la cancha para jugar ante Colón. Una sola diferencia: Bilos –que viajó con la Selección Nacional– le dejó su lugar a Neri Cardozo. Resultado: varios jugadores mostraron evidentes signos de cansancio en el último tramo y Cagna se tuvo que ir de la cancha lesionado. Boca tiene un plantel numeroso y la posibilidad de algunas variantes en su formación, aun considerando que están lastimados Delgado e Ibarra. Contra los brasileños podrían haber jugado Silvestre, Ledesma, Morel Rodríguez, Guillermo Barros Schelotto, Barroso, Vargas y Marino si claramente se hubiera optado por uno de los dos torneos. Pero entonces otra vez lo de siempre: si Boca hubiera perdido, se habría dicho que la culpa es de Basile por no creer que los titulares son capaces de bancarse el esfuerzo.
Lo cierto es que a Boca se le vienen encima tiempos muy exigentes. Si sigue hasta el final en la Sudamericana tendrá que jugar 9 partidos entre el jueves 16 y el miércoles 14 de diciembre. Un encuentro cada tres días. Por el torneo local le faltan Arsenal, Vélez, Estudiantes, Independiente y Olimpo. Por la Sudamericana, Universidad Católica y Vélez o Pumas. La ilusión de ganar todo es grande. La desazón, si no se gana nada, será enorme.
Lo de siempre.