El Chevrolet preparado por Edgardo Fernández y Jorge Pedersoli (foto) venía de ser segundo en la última carrera del 2005 y en la primera del 2006, pero ayer cortó la racha en Mar de Ajó. Guillermo Ortelli lo tiene en alta estima: “Es un cañón” aseguró. “Estoy muy contento, muy feliz. Felicito a mi equipo porque me entregó un auto bárbaro. La verdad, iba muy bien y eso es mérito de ellos. Tuve un gran auto desde que debutó, se nos venía negando para ganar y ahora, por suerte, se nos dio”, señaló el piloto de Salto, que ahora es líder del campeonato. “Es premio a un gran esfuerzo, hacía un buen tiempo que no ganábamos. Anduve siempre a fondo, menos las dos últimas vueltas, en las que regulamos un poco. ¿Si soy candidato al título?, Hay que ir despacio, lo importante era estar tranquilo y sabíamos que la victoria iba a llegar.”