Tanto Daniel Passarella como Alfio Basile remarcaron una y otra vez que sus equipos fueron superiores al rival y que merecieron quedarse con el triunfo. “El empate cerca del final siempre deja un sabor amargo, pero creo que River merecía ganar el clásico”, repitió varias veces Passarella, mientras que Basile optó por subrayar la “decisión” de sus dirigidos para “ir al frente” aun jugando en inferioridad numérica.

Sin embargo, el empate obtenido por Boca dejó un indisimulable sinsabor en la visita. “Tengo que destacar el esfuerzo y la actitud de los jugadores. No tengo nada que recriminarles. La verdad es que nosotros estamos calientes porque lo teníamos casi ganado. Me sorprendió Boca, porque festejó el empate como un equipo chico en la Bombonera”, deslizó Passarella en un evidente tiro por elevación a los futbolistas locales.

Basile evitó referirse al ocasional festejo por la igualdad, aunque también se despachó y criticó la supuesta actitud defensiva con la que River salió a disputar el partido. “A los siete de atrás no los sacaban ni con la orden de un juez. Termina sirviendo el empate, pero nosotros merecimos ganar porque fuimos superiores y atacamos siempre. Tuvimos situaciones en el primer tiempo, pero no lo pudimos rematar y encima Farías clavó ese golazo. En el segundo tiempo fuimos a buscar el resultado con Guillermo, que hizo una linda jugada y generó el penalti (sic). Fue penal, no hubo dudas, pero también hay que destacar el coraje del equipo, porque no es para cualquiera empatar este tipo de clásicos”, analizó Basile.

Guillermo Barros Schelotto consideró que el empate fue justo. “No pateé el penal porque como venía pateándolos Martín y estaba jugando el partido desde el arranque, no quise romper esa decisión”, puntualizó. Federico Insúa negó que el plantel festejara el empate. “Por cómo se dio el partido fue que se dieron esos aplausos del final. En ningún momento festejamos el empate pero, por estar con dos jugadores menos y seguir yendo al frente, creo que está bien valorar el resultado”, añadió.

En el vestuario de River, Cristian Tula se defendió de la expulsión que sufrió por pegarle un codazo a Guillermo Barros Schelotto: “Salté e involuntariamente lo toqué, pero nada más”. Julio Cáceres negó que la jugada más polémica del partido fuese penal: “Sentí que lo toqué, pero no me pareció que fuera para que se cobrara penal –alegó–. Fue mérito del Mellizo (Barros Schelotto), que teatralizó una jugada y el árbitro compró”.