Uno de los grandes inconvenientes que afronta River en este 2006 sigue siendo su bajo rendimiento cuando le toca ser visitante. Sin duda, ése ha sido el factor por el cual no ha podido despegarse en la punta del torneo Clausura, y también por no haber alcanzado aún el pasaje a los octavos de final de la Copa Libertadores, cuando le queda un encuentro por el Grupo 8. Esa dificultad la volvió a padecer ayer en el Bajo Flores, ante San Lorenzo, pero no sólo porque no haya podido superar a su rival en el resultado sino porque no demostró tener la jerarquía necesaria para un conjunto que pretende tener aspiraciones importantes.

En lo que va del torneo local, River apenas consiguió los tres puntos ante el descendido Tiro Federal, en Rosario, por la primera fecha, y por el certamen continental sólo ganó ante el débil Oriente Petrolero boliviano, por el repechaje para sumarse a los 32 participantes definitivos. Lo más preocupante sucede en la Copa, donde River perdió en sus tres presentaciones visitando a Libertad, Paulista y El Nacional. Por ese motivo, el próximo jueves tendrá que vencer a los paraguayos para no depender de otro resultado.

Como el gran anhelo no sólo de los hinchas sino también de la dirigencia del club es convertirse en el mejor de América, la decisión del técnico Daniel Passarella de dejar hasta el momento en un segundo plano ese campeonato no ha caído del todo bien en la intimidad de la institución. Más allá de los contratiempos que ha sufrido por las lesiones de muchos futbolistas, y también de la asunción abrupta del entrenador en enero último, esta determinación no coincide con la de las autoridades del club. Para colmo, River todavía no tiene asegurado su lugar en la Copa Libertadores del año próximo.

De todas maneras, tanto Passarella como los dirigentes parecen descontar que el equipo logrará la clasificación ante Libertad, y por ese motivo mañana habrá una reunión con los conductores de Colón, con la intención de sumar al delantero Germán Denis y al defensor Federico Lussenhoff. Hay que tener en cuenta que la Copa disputará los octavos y los cuartos de final antes del Mundial de Alemania, y las últimas instancias serán después de la cita mundialista.

Si bien River consiguió todos los puntos que disputó en el estadio Monumental, el nivel que exhibe fuera de Núñez condiciona la recta final del torneo Clausura, y también los posibles enfrentamientos internacionales que tendrá que definir en condición de visitante. Por el campeonato local tendrá que ir a La Plata para jugar frente a Gimnasia, y en la última presentación viajará al Sur para enfrentar a Quilmes.

Esta realidad de River enciende la alarma para un equipo que hace dos años que no puede subirse a lo más alto de podio.