–¿Es sostenible el proyecto de las empresas en el vóley? Porque muchas se retiraron rápido.

–Eso pasa en todo el mundo. La empresa hace su negocio y se va. Vivimos en un sistema capitalista y, nos guste o no, es así. Pero mi análisis es el siguiente: el alto rendimiento exige cada vez más dinero. La estructura argentina del club social polideportivo, con la evolución de nuestra sociedad, ha hecho que esos clubes tengan un superávit cada vez menor destinado al alto rendimiento.

–Entonces, ¿cómo se consiguen esos fondos cada vez más grandes requeridos por el alto rendimiento?

–El instrumento de promoción, que puede ser el deporte y asociar una marca o empresa, a todos los que quieren participar de ese evento se lo tiene que comer de prepo, con todo el contenido afectivo. Creo que en nuestro sistema tenemos que ofrecerles un negocio a las empresas. El tema del mecenazgo no es eficaz. Y esto es darwiniano: el que hace un buen negocio, se queda; y cuando le parece que no va, nadie pone plata para hacer un mal negocio.