“No puedo buscar culpables. Doy públicas disculpas de mi imprudencia. Me siento responsable por mi torpeza”, reconoció el presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, tras la suspensión del partido. Sus explicaciones lejos están de coincidir con las del árbitro Daniel Giménez, quien aseguró haber sido amenazado por el dirigente y lo denunció ante la Justicia. “Eso no fue lo que pasó, lo juro por mis hijos y la Santa Biblia. Yo fui al vestuario y le dije: ‘No vengo a cuestionarle el arbitraje. Le vengo a pedir un minuto de solidaridad’. Y ahí nomás me dijo que no me tenía que dar explicaciones y que no podía estar ahí”, relató Muñoz en una nota televisiva. “Tengo que pagar yo, no Gimnasia”, insistió.

De acuerdo con su versión, no existieron las amenazas de su parte. La intención era que el árbitro le pidiera disculpas al entrenador Pedro Troglio, cuyo padre está internado, y que había sido expulsado por el árbitro sobre el final del primer tiempo. “Yo le iba a decir que le pida perdón a Pedro. Ni siquiera alcancé a expresarle cuál fue el motivo de mi visita. El error fue mío. Yo tenía que haber medido que cosas como éstas se pueden suscitar”, estimó.

Tras desmentir las denuncias de Giménez, el presidente de Gimnasia acusó al línea Darío García de amenazarlo. “Cuando salgo del vestuario, me encuentro al línea García que me dice: ‘Vos no te la bancás solo. Te voy a matar’. Preferí no contestarle. Cualquier cosa lo vamos a hablar el martes en la AFA”, detalló Muñoz, quien informó que en el vestuario había agentes de seguridad. “Si le hubiese dicho algo –hipotetizó–, la policía tendría que haberme llevado preso.”

El dirigente minimizó la versión de las amenazas, asegurando estar “imposibilitado” de hacerlas en función de la agresión física porque su salud no es óptima, al punto de que debió ser internado de urgencia en tres ocasiones en el último mes, según su relato.

“No entiendo la actitud que tomó Giménez –insistió el dirigente–. No nos conocíamos personalmente. Pero no soy un barrabrava. No me cuestionen por haber sido una persona de bien”, aseguró. Lo cierto es que su reacción motivó a Giménez a llevar el caso a la Justicia. “He sido torpe. El 90 por ciento de la responsabilidad es mía. Las denuncias que me puedan hacer no van a modificar nada. Iré a la Justicia a contar qué pasó”, adelantó Muñoz.