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El clásico rosarino mostró un comportamiento correcto de parte de los hinchas dentro de la cancha, al menos, donde no se produjeron incidentes. Los hinchas de Newell’s soportaron la derrota con madurez y los canallas la disfrutaron por casi media hora en la tribuna visitante. Sin embargo, hubo 162 detenidos. Antes del inicio del partido, la policía –el operativo contó con la intervención de 1200 agentes– tenía detenidos a 32 personas por causas menores. Y luego de la finalización del encuentro logró actuar en algunos encontronazos entre las barras por los alrededores del estadio, deteniendo a 127 personas, de los cuales más de 30 eran menores, por alterar el orden público, agredir a los efectivos policiales y portar armas blancas en sólo un par de casos. La fiesta canalla tuvo eco unánime en la comisaría 5ª de Rosario, donde los 41 detenidos trasladados allí eran hinchas de Rosario Central. Aparte de la agresión que le costó la expulsión a Liendo, otro jugador de Newell’s se excedió físicamente, en este caso tras el partido: el “Pájaro” Domizi golpeó a Martín Mandra cuando éste realizaba declaraciones ante los periodistas. Según dijo, lo irritó que celebrara –no siendo rosarino– en el clásico de la ciudad...