La tarde venía negra para Boca: gol del rival en el arranque del partido (como le había pasado a River); floja actuación casi sin llegadas (como le pasó a River ante Tigre) y, encima, como River, se lesionó un delantero. En el equipo de Daniel Passarella tuvo que dejar la cancha el chileno Alexis Sánchez; en el de Miguel Angel Russo, Rodrigo Palacio. Después, en la cancha, Boca pudo acomodar un poco los tantos y al menos no perdió. El que no la sacó barata fue Palacio: sufrió un corte profundo en la rodilla izquierda que pone en peligro su participación en el partido del próximo miércoles contra San Pablo por la Copa Sudamericana.

La lesión de Palacio se produjo a los 41 minutos del primer tiempo. En un primer momento se pensó en algo serio porque lo sacaron por una puerta lateral de la cancha para acortar el camino hacia los vestuarios. Lo tuvieron que coser.

En la lesión del delantero de Boca no intervino ningún jugador de Gimnasia y Esgrima de Jujuy; se lastimó solo, contra un cartel publicitario, luego de hacer un gran esfuerzo para meter un centro. Se estiró en un pose acrobática, cayó mal y terminó sobre un cartel con marco de aluminio.

Palacio había sido el delantero más amenazante de Boca. Con su velocidad desbordó tres o cuatro veces a los laterales jujeños en jugadas que no prosperaron por impericia de sus compañeros. En otra ocasión, después de eludir a dos adversarios, se animó a darle al arco y su remate fue bien controlado por Valdiviezo. Esa había sido la llegada más clara dentro de la magra producción ofensiva de Boca en el período inicial. Ru-sso lo reemplazó por Mauro Boselli, que se anotó en la red con una buena definición en el primer gol.

Para el entrenador boquense está claro que Palacio será titular en el encuentro ante San Pablo del próximo miércoles. Si no llega, seguramente optará por Boselli. Antes de los últimos goles de Palermo, la mayoría de los hinchas boquenses pensaba que la dupla ofensiva ideal era Palacio-Boselli. Pero, ¿quién lo saca a Palermo?