Caranta (6): Fue de lo mejorcito de Boca. No tuvo responsabilidad directa en ninguno de los dos goles, más allá del adelantamiento en la primera ejecución del penal de Ortega. Tuvo buenas intervenciones cuando River proyectaba su crecimiento y aportó desde su lugar para que Boca jugara lo más cerca posible del arco de Carrizo.

Ibarra (6): Durante la primera parte hizo valer su experiencia sobre el joven Buonanotte e intentó sumar con proyecciones por su franja, aunque por momentos se excedió en el traslado y dejó espacios peligrosos sobre sus espaldas.

Maidana (5): Tuvo un buen comienzo, pero no tardó en caer en la modorra generalizada de algunos de sus compañeros. Jugó siempre exigido, al límite, incluso después de la amarilla que le mostró el árbitro, por lo que estuvo varias veces al filo de la expulsión.

Paletta (5): Sintió la presión de su primer superclásico y no pudo disimularlo. También jugó varias pelotas al límite y estuvo cerca de la expulsión. Le cobraron penal ante una entrada imprudente sobre Buonanotte, que Ortega cambió por el 2-0.

Morel Rodríguez (6): Fue la figura entre los de Russo. Bien en la marca y seguro en las entregas. En los momentos en los que Boca naufragaba, trató de ser salida. Sumó peligro para el arco de Carrizo con un remate desde afuera y un tiro libre picante, que Carrizo controló.

Ledesma (5): Tuvo un mal primer tiempo. Fue superado por Buonanotte y Belluschi. Cuando Boca se quedó con diez, pasó a jugar por la franja izquierda y aportó entrega para sacar al equipo adelante, aunque estuvo impreciso con la pelota.

Banega (3): No tuvo claridad para jugar la pelota. Perdió muchos balones en el medio, que intentó recuperar con faltas desde atrás, que le valieron las amarillas y la expulsión cuando se jugaban 46 minutos de la primera parte y Boca perdía 2-0. Sin él en la cancha, el planteo de Boca se limitó a no perder por más goles.

Cardozo (4): Aportó un remate de media distancia y no mucho más. Sigue lejos del nivel mostrado bajo la era Basile.

Gracián (4): Apareció poco y aportó menos. Lejos de lo que Boca pretende y necesita para su función.

Palacio (6): En ataque fue él solo contra el mundo, pero igual se las ingenió para aportar desequilibro en el mano a mano, aunque no generó chances de verdadero peligro, salvo en el comienzo de la segunda parte.

Palermo (4): Amurado al césped del Monumental, sólo aportó algún que otro salto para redireccionar los envíos largos de Caranta.

Battaglia (5): Ingresó por Gracián y su trabajo en el medio, sobrio, fue clave para que River no terminara el partido con una diferencia mayor.