Si Boca no perdió puntos con respecto a la vanguardia del Clausura –sigue a cuatro unidades de Estudiantes–, no le sucede lo mismo a su próximo rival en la Copa Libertadores, el Fluminense de Río de Janeiro, que con la derrota 2-1 que sufrió ayer ante el Sport Clube de Recife entró en zona de descenso en el Campeonato Brasileño. Aunque sólo se llevan jugados tres encuentros, el equipo carioca que dirige Renato Gaúcho ocupa la 19ª posición entre 20 equipos, sólo por encima del modesto Ipatinga. Tiene apenas un empate, un solo gol a favor y cuatro en contra. El Fluminense llega a Buenos Aires con la etiqueta de ser el único conjunto brasileño en la competencia. “Tenemos la tranquilidad y el ánimo para ganarle a Fluminense –analizó anoche el entrenador de Boca, Carlos Ischia–. Pero no va a ser un partido fácil, depende de nosotros que lo podamos simplificar, pero hay que respetar mucho al rival, que tiene un muy buen equipo y por algo llegó hasta acá.” El técnico luego afirmó: “Nos planteamos desde un principio llegar a la final de la Copa y estamos a un paso de lograr ese objetivo. Tenemos el entusiasmo y la fe que vamos pasar esta etapa, pero para lograrlo tenemos que jugar bien concentrados, como en México”. En caso de que Boca logre acceder a la final, podría jugar como local en la Bombonera, estadio que por el momento se encuentra clausurado por la Conmebol luego de la agresión a un juez de línea. Los dirigentes de Boca harían la inversión necesaria para realizar las remodelaciones requeridas para lograr la habilitación del estadio.