Con un rendimiento general bastante deslucido, el juvenil Lionel Messi (7) volvió a destacarse entre los protagonistas del seleccionado argentino. Un poco más atrás del jugador del Barcelona español estuvieron Javier Mascherano (7) y Martín Demichelis (7). Argentina apoyó en ellos tres su estructura para tratar de contrarrestar el sólido planteo ecuatoriano, que sólo se vio vulnerado en tiempo de descuento.

Messi se convirtió en el hombre más desequilibrante del conjunto local, a partir de su rapidez para desplazarse cuando tenía la pelota en su poder. Cada vez que encaraba a su marcador, sobre todo cuando se ubicó sobre la derecha, el juvenil complicó siempre a la última línea ecuatoriana. Durante el primer tiempo, buscó espacios con corridas en diagonal, y así pudo construir varias jugadas con Agüero. En algunos pasajes pareció que exageraba la tenencia de la pelota y terminó perdiéndola mientras un compañero esperaba la descarga.

El delantero no pudo asociarse mucho con Riquelme, y generalmente era él en soledad el que buscaba romper el cerco defensivo que habían diagramado los ecuatorianos en los últimos metros. Eso también le provocó mucho desgaste físico, y en los últimos instantes no tuvo la repentización del comienzo.

En la zona media, Mascherano volvió a imponer su presencia ante los volantes de Ecuador, quienes intentaban controlar ese sector agrupándose sobre ambos laterales. Cuando tuvo la pelota en su poder resolvió con criterio, distribuyéndola hacia los dos costados. En el segundo tiempo se corrió un poco más hacia la derecha por el ingreso de Gago, y ahí tuvo mayor participación en ofensiva desprendiéndose por su franja.

El ex River es una de las grandes dudas para el duelo del miércoles próximo ante Brasil, en Belo Horizonte, por el fuerte golpe en la rodilla que sufrió, aunque el médico del seleccionado, Homero D’Agostino, aclaró que no están comprometidos ligamentos, ni meniscos. En esos instantes, Mascherano casi no podía correr con comodidad, y se molestaba cuando tenía que pegarle a la pelota. Eso le provocó que fallara en algunas entregas.

El líder de la defensa fue Demichelis. El hombre del Bayern Munich no se complicó nunca en sus intervenciones y brindó seguridad durante todo el partido. Cuando tuvo que cubrir las espaldas de Burdisso y Heinze lo hizo correctamente, a pesar de que cometió algunas infracciones innecesarias. Por ejemplo, una de ellas hizo que recibiera la amarilla que le impedirá jugar en el clásico ante Brasil.

En los momentos que buscó a sus compañeros de ataque con pases largos careció de precisión, y de esa manera desperdició muchas pelotas. A los 75 minutos tuvo su chance para marcar un gol, pero su cabezazo fue bien controlado por el arquero Cevallos. A esta altura del ciclo Basile, el defensor parece inamovible para el esquema del entrenador.

En medio de este panorama, el equipo nacional contó con estos tres hombres por sobre el resto, para alcanzar un empate casi heroico.