Banfield basó su victoria ante River en el orden y la solidez que exhibió durante todo el partido. Con esos argumentos le alcanzó para dominar el desarrollo ante la tibieza de su rival. Sin duda, todo se hizo más fácil a partir del gol de Santiago Silva, cuando apenas se jugaba un minuto. El delantero aprovechó el error de Cabral, que rechazó muy corto y le dejó la pelota al uruguayo, quien remató de derecha para ubicar la pelota al lado del palo. Eso influyó en el desarrollo debido a que Banfield ganó en tranquilidad para desplegar su juego. De esa manera estuvo cerca de aumentar la diferencia a los 15 minutos, cuando Silva hizo rebotar la pelota en el travesaño, luego de conectar un envío de Barraza.

Cuando intentaba trasladar la pelota por abajo, Erviti era el encargado de administrar las acciones, ubicado como doble mediocampista central. Y con las subidas de Quinteros y James Rodríguez por las bandas, el equipo de Julio Falcioni fue desnudando las falencias de River en el momento de recuperar la pelota. El segundo gol llegó por intermedio de Sebastián Fernández, que recibió un pase largo de Méndez y, luego de dominar la pelota con el pecho, remató ante la salida de Vega.

Los centrales Méndez y Víctor López se encargaron de neutralizar los escasos intentos de River, que no pudo aprovechar las chances que tuvieron los chicos Ríos y Gil. Ambos pudieron marcar el descuento, pero sus remates, dentro del área chica, se fueron por arriba. Por ello, Banfield debutó con éxito en el certamen sin grandes lucimientos, pero con la efectividad necesaria como mejor aliado.