Lunes, 7 de febrero de 2011 | Hoy
FúTBOL › ANALIZA EL CLAUSURA 2011, QUE ARRANCA EL PRóXIMO VIERNES
Para el ex futbolista, ahora agudo observador, no hay lugar para las sorpresas. “Este torneo lo va a ganar quien más compacto y sólido se muestre desde el arranque –avisa–. Figuras rutilantes no van a aparecer.” ¿Otra vez sopa?
Las vacaciones futboleras van quedando atrás. Falta apenas una semana para el inicio del Clausura 2011. Ya pasó la pretemporada y sus partidos amistosos de poco vuelo y mucha fricción. Quedan, eso sí, los resabios de un mercado de pases movido, que cada trimestre de verano se renueva y permite el surgimiento de tal o cual novela para ver dónde recala todo jugador cotizado. A cinco días de que se abra el campeonato, comienzan a sonar con mayor fuerza las especulaciones y vaticinios en las encuestas, de lo que, quién sabe, será el torneo que se avecina. El próximo viernes empezará a rodar la pelota oficialmente cuando Estudiantes, último campeón, sea anfitrión ante Newell’s. A partir de allí, cualquier suposición quedará descartada o será avalada por los hechos. Para la comprobación de los augurios resta bastante. Por eso, ahora es el turno de jugar con ese análisis previo. La palabra la toma Diego Latorre.
El ex futbolista, que supo derramar en la cancha su habilidad y desparramar en el campo de juego a los defensores rivales, ahora está del otro lado de la pantalla. Observador del fútbol actual, comentarista de la televisión, se hace su tiempo para analizar los pormenores de lo que deparará el Clausura 2011. “A simple vista se nota que es un campeonato distinto en los papeles. Por ejemplo: en estos días se repite constantemente que Boca con sus incorporaciones se erige como uno de los máximos candidatos a llevarse el título. O que River quedó un poco rezagado por sus problemas económicos que no le permitieron reforzarse como lo necesitaba. Sin embargo, creo que este Clausura va a mostrar algo muy similar a lo que ocurrió el semestre anterior. La ventaja de los planteles no va a estar en las figuras que muestren, sino en lo sólido y compacto que sean a la hora de defender y atacar con inteligencia”, comentó Latorre, dando el puntapié inicial.
Esas virtudes fueron las que desplegó Estudiantes durante el torneo Apertura que lo coronó campeón. Liturgia elemental: eficacia y mentalidad ganadora que construyó de la mano de Alejandro Sabella en el banco de suplentes y de Juan Sebastián Verón moviendo los hilos del equipo dentro de la cancha, fueron artífices de ese título. Pero cuando todo parecía encaminarse hacia un certamen cómodo con Estudiantes como protagonista, las dudas comienzan a dar vuelta luego del portazo que pegó el entrenador el jueves pasado.
“Quedarse sin técnico a escasos días de arrancar el torneo complica el panorama de cualquier plantel. Es verdad que Estudiantes está armado, tiene jugadores de enorme jerarquía y puede tranquilamente pelear por un nuevo galardón. Pero todo dependerá de cómo entre en el club el nuevo entrenador. Tiene material como para afrontar campeonato local y Copa Libertadores sin ningún problema. Obvio que es difícil, pero a Estudiantes nunca hay que darlo por muerto de entrada”, enfatizó.
Entra en escena un nuevo pero habitual escollo. La Copa Libertadores. Tan deseada por todos los equipos, sólo un cúmulo de ellos tendrá el privilegio de competir fronteras afuera en busca de levantarla. Dos son los ejemplares que se acostumbraron a jugarla: el propio Estudiantes y Vélez. El único club grande que la disputará será Independiente, que regresa a su viejo amor, e intentará repetir lo del semestre pasado con la Copa Sudamericana y así revalidar el mote de Rey de Copas. Otro que regresará a la competencia internacional es Argentinos, que espera desempolvar recuerdos de hace 25 años. El novato en 2011 es Godoy Cruz, que hará su primera experiencia.
“Afrontar una doble competencia siempre es muy complicado. Ese es el desafío de los planteles bien armados que se pueden desacomodar rápidamente de acuerdo con cómo les vaya en la Copa. El equipo clave es Vélez. Es un serio candidato para el Clausura, que quedó en la puerta en diciembre pasado. Ahora tiene firmeza a pesar de no haber sacado buenos resultados en la pretemporada. Se reforzó en gran forma. Trajo a uno de los mejores jugadores del campeonato pasado: David Ramírez, quien le va a dar un salto mayor de calidad y juego asociado. Además llegó Guillermo Franco, que va a aportar mucha experiencia a un plantel ya diseñado para ganar. Si Vélez se va antes de la Copa, en el Clausura creo que no lo para nadie”, afirmó.
Otra es la realidad de Independiente. Pasó sobre el filo en un repechaje ante Deportivo Quito. Con Antonio Mohamed a la cabeza recuperó la mística copera pero perdió terreno en el torneo doméstico. Los números están en verde y por ahora lo avalan, pero con un semestre parecido al anterior, el tinte pasará a ser rojo. “El equipo de Avellaneda está en una encrucijada. Si va para delante como está acostumbrado, puede tener enormes problemas. Es un plantel que no posee mucho recambio y no se reforzó como debía. Creo que va a sufrir bastante si no consigue un equilibrio entre las dos competencias. Igual, la ilusión de la Copa no se la saca nadie. Ya lo demostró el semestre anterior. Pero es jugar con fuego”, aseguró.
Será el único club grande que sacará pecho fuera de Argentina. Los demás están empequeñecidos a la espera de un zarpazo que los regrese al Olimpo. Quien más hizo para salir del pozo es Boca. Con Julio César Falcioni cambió su esquema y su cabeza. Los resultados positivos a lo largo del verano lo mostraron capaz de pelear arriba.
“Boca se revolucionó y encontró un camino para ser un rival duro. Tiene jugadores de un nivel superlativo, capaces de destrabar un partido en un minuto. Esa capacidad puede generar cierto temor en el adversario. Aun así, este equipo de estrellas va a tener un problema: el andamiaje. Es cierto que las figuritas son envidiables, pero el técnico va a tener que encontrar la manera de ensamblarlo sin perjudicarlo. Se mostró fuerte el equipo durante el verano, muy inteligente y con baluartes. Pero le faltan Riquelme y Erviti, dos pilares que en los papeles no pueden faltar. Si Falcioni no se obnubila con los nombres, puede sacar grandes réditos. Hay que entender que en el fútbol de hoy, cada vez se gana menos con las individualidades y más con los equipos fortalecidos”, analizó.
En el otro rincón, el que más padece el achicamiento de los grandes es River. Ajetreado por los inconvenientes económicos, el elenco de Núñez se solidarizó con su realidad. Sin presupuesto no hay grandes lujos.
“Lo de River es una incógnita. Perdió para gran parte del certamen a un pilar clave como es (Juan Pablo) Carrizo. El arquero le hizo ganar varios partidos el año pasado y es rutilante en el vestuario. Sin él, otra es la historia. Al equipo le falta contundencia y le sobran preocupaciones. En el ataque con (Mariano) Pavone solo es imposible. Va a depender de que (Rogelio) Funes Mori se acople bien. Y al pibe le falta un golpe de horno. Además (Diego) Buonanotte ya está vendido y es muy difícil que rinda al ciento por ciento. Seamos realistas y entendamos que a un paso de ir a Europa las presiones no son pocas. Así que River debe tener mucho cuidado, porque también va a jugar con fuego”, aseguró Latorre.
Los otros dos colosos del fútbol argentino sufren liliputismo. Racing y San Lorenzo parecen más chicos de lo que realmente son, pero la realidad los somete. “Racing tiene material, sabe lo que quiere, con un entrenador inteligente. Va a afrontar un campeonato que creo va a ser un punto de inflexión. Podría significar que ya no piense más en la tabla de abajo. Estos seis meses serán clave”, señaló. Y agregó: “San Lorenzo es un equipo difícil de abroquelar. Muchas veces las sumas de las partes perjudican el todo. Y en este caso, si el entrenador no se hace fuerte dentro del vestuario es difícil que saque adelante al plantel. Tuvo muchos problemas durante la pretemporada. Fue frágil y se ve que por momentos se lo puede vulnerar fácilmente. Dependerá mucho del comienzo. Con confianza, puede llegar a andar muy bien”.
Los planteles son integrados por individualidades, y si bien para Latorre ya cada vez pesan menos a la hora de salir a la cancha y demostrar sus virtudes, hay futbolistas que se destacan por sobre el resto. Si All Boys sacudió la modorra del verano dándole lugar a Ortega, Gimnasia lo revolucionó con el arribo de Guillermo Barros Schelotto. El hijo pródigo del Bosque platense pegó la vuelta. Y así, como líder carismático arengando a las masas, convocó a 20 mil fanáticos en cada uno de los amistosos que afrontó el equipo dirigido por Angel Cappa. La necesidad de sumar puntos es imperiosa. “Es un interesante operativo el que armó Gimnasia. El envión anímico es muy fuerte. Si le va bien en un comienzo, las chances de quedarse van ir acrecentándose y la figura del Mellizo va a ser envolvente. Las figuras cada vez pesan menos. Con Guillermo, eso no pasa. Gimnasia se vale de su estandarte, y le va a ir bien”, remarcó.
Más allá del cambio de año, Latorre no ve diferencias con el campeonato anterior, ni entre equipos, ni entre futbolistas. Y así lo hace notar. “Figuras rutilantes no va a haber. Siempre surge quien rompe los moldes de la estética y se dedica a jugar en vez de destruir. Así, este torneo lo va a ganar quien más compacto y sólido se muestre desde el arranque. La regularidad va a vencer una vez más a la habilidad”, sentenció.
Hizo una gambeta y eludió la pregunta. Evitó nombrar al ganador. Prefirió dejar vacante su elección. Ya no hay tiempo para especulaciones. En cinco días empezará a correr el reloj. Este es el único fin de semana en el que todos los hinchas ven a sus equipos como futuros campeones y a ellos mismos dando una vuelta olímpica alrededor del Obelisco. Con la Copa América a la vuelta de la esquina, se sabrá de una vez por todas quién ostentará el título de campeón. Ya pueden empezar a votar...
Entrevistó: Matías Quercia.
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