Mal que le pese al bueno de Pelé, que siempre que puede intenta encontrar a un jugador mejor, como fue el caso del brasileño Neymar, Lionel Messi sigue encargándose de despejar cualquier duda al respecto. Lo que hizo ayer en la final del Mundial del Clubes frente al Santos, de Brasil, fue una muestra contundente de su talento fuera de serie. Dos goles en la final y una asistencia, además de lo que significa su presencia en la cancha para el resto de sus compañeros, que ya campeones le reconocían el éxito como si además de compañero se tratara de un líder mimado.

Messi confirmó ayer su estatura de gigante, pero fiel a su perfil y lejos de creerse el mejor del planeta reconoció que el éxito del Barcelona responde al trabajo colectivo del equipo que, en sus palabras, “hizo un partidazo”. Debieron esperar los periodistas para escucharlo a Messi, quien desde su llegada a Japón había evitado realizar declaraciones. Ayer, con su segundo título de campeón del mundo bajo el brazo, rompió el silencio. “Estoy muy feliz. El equipo hizo un partidazo. Nuestra idea es tener siempre la pelota, sea cual sea el rival. La verdad es que con estos jugadores es muy fácil conseguirlo”, manifestó Messi, quien con los goles de ayer se dio el lujo de alcanzar un nuevo record (ver aparte).

“Tuve la suerte de convertir otra vez. Es lindo, pero más lindo es ganar el título, que quizá no nos demos cuenta de lo que significa todo lo que estamos consiguiendo”, reconoció el rosarino, y agregó: “No es la primera vez que jugamos así de bien, pero al ser una final contra el Santos quizá se destaque más. La realidad es que este equipo está acostumbrado a jugar de este modo”.

Para el astro, la clave del Barcelona está en la convivencia y en el trabajo como líder del grupo del entrenador Pep Guardiola. “La clave está en el vestuario. Lo fuerte que es, las ganas de conseguir más cosas. El entrenador (Guardiola) está siempre encima nuestro, preparando todos los partidos como si fueran finales”, comentó.

Gracias a su gran actuación, Messi resultó elegido ayer por segunda vez Balón de Oro del Mundial del Clubes –el de plata fue para Xavi Hernández y el de bronce para Neymar–, lo que por otra parte lo hace correr con ventaja para otro Balón de Oro, sin dudas el más importante, el que entregará la FIFA el próximo 7 de enero y cuya terna integra junto a su compañero de equipo Xavi y el delantero de Real Madrid, Cristiano Ronaldo. Messi es el único jugador elegido dos veces Balón de Oro en el Mundial de Clubes (2011 y 2009), y así lidera la nómina que componen, además, el camerunés Samuel Eto’o (2010), el inglés Wayne Rooney (2008), el brasileño Kaká (2007) y el portugués Deco (2006). Y aunque no recibió un premio especial, porque la FIFA no premia a los goleadores del torneo debido a la diferente cantidad de partidos que puede jugar un equipo, con los dos tantos de ayer, Messi igualó en la cima de la tabla a su compañero de equipo Adriano, que había anotado dos en la semifinal ganada el jueves al Al Sadd qatarí, también por 4-0.

Por si hiciera falta, luego de lo visto, al término del encuentro frente al Santos, la prensa internacional se deshizo en elogios para el también capitán de la Selección Argentina. “O’ rei del mundo”, tituló el diario madrileño deportivo Marca, mientras que el diario As, tituló: “O rei Messi, O rei Barça”; en Brasil, Lance manifestó que “Barcelona detruyó el sueño de Santos”, mientras que Folha de Sao Paulo resaltó que “el sueño de Santos duró apenas 16 minutos”.