EL MELLIZO Y DELGADO
Gris de ausencia
Cuando Carlos Bianchi se hizo cargo de Boca, una de las cartas ganadoras con que se encontró fue con la dupla de ataque. Viejos conocidos, los delanteros titulares en la segunda Copa Libertadores que ganó Boca, Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado, le garantizaban al técnico goles y juego. Por eso, la ilusión de los hinchas en el regreso de Bianchi se sustenta en lo que puedan concretar sus dos atacantes, sobre todo luego del excelente nivel que mostraron los dos durante el verano.
Sin embargo, el rendimiento de los siete bravos de Boca ayer ante Chicago fue de los más flojo de ellos en mucho tiempo. Desconectados con el resto del equipo, sin tener incidencia en la maniobra individual y eligiendo la peor opción en cada jugada, la tarea de Delgado y Barros Schelotto conspiró contra el rendimiento general del equipo y con las posibilidades de un triunfo por una cifra más abultada que ese 2 a 0 final.
El técnico esperó hasta último momento y no optó por las variantes que le ofrece el banco: Estévez y Moreno. Este ultimo entró recién en los últimos cuatro minutos y estuvo cerca de convertir. Moreno y Estévez esperan pacientes la posibilidad que en algún momento les va a llegar. Lo que no queda claro es qué va a pasar con Tevez, en qué posición lo va a utilizar el entrenador cuando se recupere de la lesión que ayer le impidió estar en el banco.
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