Juega cada vez mejor, se supera a sí mismo e incluso habla ya sin timidez: el fulgurante momento de Lionel Messi está generando una ola de admiración en todo el “planeta fútbol”. “¿Qué más se puede decir de Leo Messi?”, se preguntó este fin de semana el brasileño O Globo, uno de los periódicos de referencia en el país que dentro de un año y medio será sede del Mundial. “Messi estratosférico”, resumió La Gazzetta dello Sport acerca del jugador del Barcelona, que todo indica que encontró por fin su lugar en la Selección Argentina, en la que no rendía como en el Barcelona.

Messi tiene mañana el desafío de seguir brillando, esta vez en terreno ajeno: Santiago de Chile. El último viernes, con dos goles notables y una actuación impecable, fue el artífice del triunfo por 3-0 ante Uruguay.

Tras sufrir en mayor o menor medida durante los ciclos de José Pekerman, Alfio Basile, Diego Maradona y Sergio Batista, Messi vive su mejor momento con la camiseta albiceleste. Un dato lo certifica: en 61 partidos con la Selección bajo el mando de aquellos cuatro entrenadores, Messi marcó 17 goles; pero desde que Alejandro Sabella dirige al equipo suma 13 goles en igual cantidad de encuentros.

Es cierto que Sabella tiene una dosis importante de suerte, porque cuenta con el Messi más maduro en lo futbolístico y personal. No en vano el delantero está a punto de ser padre por primera vez y lanzado rumbo al cuarto Balón de Oro consecutivo tras brillar y ganar el mismo día en que el portugués Cristiano Ronaldo, su rival, sufría y perdía en Rusia.

Aunque no todo es fortuna para Sabella, que también parece haber aportado lo suyo. Tras las profundas conversaciones que tuvo con Josep Guardiola para entender mejor a Messi, podría haber llegado el momento de lo hasta ahora impensable: que el Barcelona se nutra de ciertas ideas que se están desarrollando en la Selección Argentina. “(Messi) no llega a ser un diez de los de antes pero, sobre todo con Argentina, se echa el equipo a la espalda, dando pases de gol y llevando la ‘manija’, como dicen allí”, escribió ayer el diario deportivo español Mundo Deportivo. “Ante Uruguay dio 40 pases y no erró uno solo. Prodigioso. Hizo el papel del mejor Maradona, pero superó en rendimiento para el equipo al inolvidable Diego”, añadió. Según el periódico, Tito Vilanova, entrenador del Barcelona, “le está dando vueltas al asunto” de un Messi retrasado, “asistidor”, como sucesor de aquel por la derecha de los inicios y de aquel “falso nueve” inaugurado hace tres semanas.

Lo positivo para Argentina y el Barcelona es que Messi puede cumplir todos esos papeles, combinarlos, alternarlos y siempre añadir una nueva vuelta de tuerca. Un ejemplo es el de su creciente acierto con los tiros libres, tiempo atrás una debilidad en su juego. “Alejandro Sabella en Argentina ha logrado un complemento ideal para Messi en la figura de su amigo el Kun Agüero”, añade Mundo Deportivo, que fantasea con la que, de concretarse, sería una de las grandes historias del deporte: Argentina campeona del mundo en el Maracaná. “Ganar en Maracaná es el reto más ilusionante posible para un argentino que, con 25 años, es leyenda viva del fútbol. Si yo fuera brasileño, no estaría nada tranquilo.”