El escocés Andy Murray admitió que una ampolla de un tamaño considerable afectó sus movimientos ayer en la final del Abierto de Australia, que perdió ante el serbio Novak Djokovic, aunque enfatizó que no “es una excusa” para la derrota. “El 90 por ciento de los jugadores en el circuito habrán jugado este torneo con algún tipo de ampolla o problema. No influyó en el resultado, sólo dolía un poco cuando corría”, indicó el número tres del mundo en rueda de prensa tras la final. “Es una ampolla bastante grande. Las tienes... En la final del US Open tenía dos uñas negras, es algo que sucede, y sucede especialmente en partidos en los que corres mucho”, añadió Murray, según reflejó DPA. En cambio, el británico dio a entender que el día extra de descanso que tuvo Djokovic –quien jugó el jueves su semifinal de apenas una hora y media de duración, mientras que Murray jugó el viernes un desgastante partido de cuatro horas– influyó a favor del serbio. “Creo que eso es algo para que el torneo vea en el futuro”, completó el escocés, previamente a elogiar calurosamente al director del certamen, Craig Tiley.