“Fue importante haber ganado y eso ratifica que tenemos un buen equipo. Tenemos que esperar hasta la fecha 10 u 11 y ver cómo estamos nosotros y los rivales para poder saber para qué está el equipo”, analizó Guillermo Barros Schelotto, entrenador de Lanús. “No tuvimos un gran juego”, admitió. “Pero estuvimos firmes defensivamente y cuando intentamos jugar, llegamos con claridad”, advirtió. “Ellos manejaron la pelota, pero nosotros estuvimos bien parados. Cuando no apareció, el equipo sacó coraje y ganó un partido de visitante ante un rival que venía jugando bien”, estimó.

Guillermo insistió con que no realizó “ninguna apuesta” con su ex compañero y amigo Martín Palermo, director técnico del conjunto mendocino: “Se habló mucho de nosotros, pero la amistad y el trabajo van por caminos separados”.

Por su parte, pese a la caída de sus dirigidos, el ex delantero de Estudiantes no ocultó su “alegría” por el “presente” de su ex compañero al frente del club del Sur, y consideró que la derrota se debió a la falta de “determinación en los metros finales”. “La explicación de la derrota es clara: jugamos contra un rival inteligente que desde el torneo pasado y en éste mantiene un juego ordenado y tranquilo a la hora de jugar este tipo de partidos”. Palermo también estimó que el trámite del encuentro fue “parejo”, pero el rival marcó la diferencia, “sacando provecho de una pelota parada”, y con el resultado a favor supo “manejar el partido”.