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“Es una lástima, porque teníamos mucha ilusión de resolver el ascenso. Quisimos jugar como hicimos el segundo tiempo contra Instituto. No pudimos. Jugamos con mucha imprecisión y mucho apuro”, admitió el conductor de Independiente, Omar De Felippe, quien a la salida de la cancha fue increpado por un grupo de hinchas. La conferencia de prensa resultó sorpresiva, debido a que gente del club había anunciado que De Felippe no hablaría. Finalmente, el director técnico apareció cuando una parte de los periodistas ya se había retirado del lugar.

“Estamos bien, hay que cambiar el chip, levantar la cabeza y jugar donde nos toque. Tenemos jugadores y la convicción necesaria para salir adelante”, sostuvo De Felippe. Y remarcó: “Tenemos que elaborar esto lo más rápido posible. Laburar y salir a jugar. Tenemos que estar preparados para el miércoles”.

Por su parte, el líder sindical Hugo Moyano salió atónito de la cancha sin entender los motivos por los que el equipo jugó tan mal. “Habrá que preguntarles a los jugadores... No alcanzamos a entender por qué se jugó así”, dijo Moyano mientras se retiraba, junto a su hijo Pablo, y el pedido de unos hinchas de “poner orden”, al mismo tiempo que otros lo insultaban.

El volante de Patronato, Roberto Brum, destacó la “dignidad” con que jugaron ante Independiente. “Los jugadores hemos demostrado que tenemos dignidad. Siempre jugamos con el corazón”, enfatizó Brum. El ex Olimpo admitió que “inconscientemente había un poco de presión” en los jugadores de Independiente, “y los más jóvenes estaban ansiosos de hacer el segundo antes que el primero”. Pero resaltó: “Somos once contra once, y fueron los periodistas los que habían dado por ganado el partido antes de jugarlo”.