Después de que se supusiera que Angel Di María se perdería lo que resta del Mundial por la lesión que sufrió durante el partido del último sábado contra Bélgica, el médico de la Selección Argentina, Daniel Martínez, afirmó ayer que la molestia no es tan grave como se pensaba y que podría llegar a jugar el último partido del fin de semana. “Tenemos toda la tecnología necesaria para que Angel se recupere lo más pronto posible. Por supuesto, no va a jugar contra Holanda, pero después de ese partido se evaluará su progreso día a día y no se descarta que llegue al último partido”, anunció ayer Martínez sobre el 7 de la Selección.

“Ayer, Angel sintió un dolor en la cara interior del muslo derecho y por eso tuvo que abandonar la cancha. En el estadio hicimos un diagnóstico preliminar y por la noche, cuando llegamos a la concentración, le hicimos una ecografía y una resonancia que repetimos hoy (por ayer)”, afirmó el médico en conferencia de prensa en el predio Cidade do Galo, de Belo Horizonte, y agregó, descartando una lesión grave que marginaría a Di María en lo que queda de Mundial: “Los estudios confirmaron que el futbolista tiene una lesión de grado uno en el recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha, una de las más leves lesiones musculares”.

Por otro lado, Martínez se refirió a Sergio Agüero, quien sufrió una lesión muscular similar a la de Di María en el partido por la fase de grupos ante Nigeria, el pasado 25 de junio, del cual adelantó que “ya está para jugar”. “Ya vieron que estuvo en el banco de suplentes. Ya hizo tres prácticas de fútbol y tuvo una excelente evolución”, concluyó.