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Desde Belo Horizonte

Holanda empieza a ser la preocupación del seleccionado argentino, que volverá a jugar en el estadio Itaquerao de San Pablo, como ante Suiza, un encuentro que definió en el final luego de no poder ejercer supremacía. Por ese motivo, el recuerdo del Arena Corinthians no es el mejor, y Argentina buscará exhibir otra cara el miércoles próximo, que le permita continuar adelante sin tanta angustia. Ezequiel Garay es alguien que también pretende retirarse de ese escenario con mayor tranquilidad que el martes último, cuando los penales ya parecían algo juzgado. “Ojalá no necesitemos de los penales, siempre es mejor ganar durante el partido”, le dice el marcador central a Líbero.

–El equipo parece ir de menor a mayor, ¿está tranquilo con la producción en general?

–Sí, seguimos mejorando y estamos mejor que al principio. Pero no nos podemos relajar para nada, hay que seguir así.

–¿Los del fondo se sintieron más protegidos ante Bélgica por la acumulación de gente en el mediocampo?

–Creo que todos cumplieron una gran actuación, y los que entraron respondieron muy bien. No sé si estuvimos más protegidos, todo el equipo se mantuvo atento y nadie perdió la concentración.

–¿Coincide con que Bélgica fue el primer equipo que los atacó un poco más?

–No sé. La mayoría espera un poco al principio, y en el final se lanza en ataque. Por ejemplo, el partido anterior ante Suiza, ellos jugaron al contraataque y trataron de lastimar con eso. Nosotros allí tuvimos las mejores ocasiones y no las pudimos concretar, recién encontramos el gol sobre el final, pero pareció que ellos nos habían dominado y no fue así.

–Irán les hizo un planteo similar y ese día les costó mucho quebrarlos...

–Nosotros no nos podemos meter en esas cuestiones del rival. Cada uno juega como quiere. Argentina está capacitada para esperar todos los planteos posibles, después está en nosotros.

–¿Cómo ve al grupo para las instancias finales?

–Lo veo bien, tenemos que estar todos unidos en este momento y continuar como hasta ahora. La convivencia es muy buena y estamos juntos para tratar de alcanzar el objetivo.

El rosarino de 1,92 metro de altura –y que se incorporará al Zenit de Rusia cuando termine la Copa del Mundo, después de jugar las últimas tres temporadas en el Benfica portugués– se mantiene expectante por lo que pueda ocurrir con el equipo, cuando faltan sólo dos escalones para llegar a lo máximo. “No hay que volverse loco, ahora hay que disfrutar el triunfo ante Bélgica, descansar y después ponerse a pensar en lo que viene”, dice. Lo que espera dentro de dos días es Holanda, y Garay allí buscará defender toda la historia de la camiseta argentina.