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La gran incógnita que sobrevolaba ayer en la cancha de River era la reacción que tendría el público para con el director técnico Manuel Pellegrini, luego de haber atravesado dos hechos determinantes: la eliminación de la Copa Libertadores, y el empate con sabor a poco ante Boca. Después de esos contratiempos, el equipo de Núñez volvía a actuar como local, y los antecedentes no eran alentadores. Sin embargo, los hinchas no mostraron hostigamiento hacia el chileno, y sólo exhibieron indiferencia para un hombre que seguirá siendo examinado hasta el final de la temporada.
La última vez que River dejó una pálida imagen en la cancha de Boca, el entrenador Américo Gallego fue recibido con hirientes banderas por la producción del equipo. Incluso hasta el propio Ramón Díaz tuvo que ver inscripciones por algún reclamo. La gran cantidad de simpatizantes que se presentaron ayer por la tarde en el estadio Monumental no fueron agresivos con el conductor, y sólo se vio una insignia donde se leía: “Ganar, gustar, golear”.
De todas maneras, la continuidad de Pellegrini al frente del plantel aún no está confirmada, y seguramente mucho tendrá que ver el desenlace de este torneo. Las posibilidades de que el ingeniero mantenga su cargo están ligadas directamente a la obtención del campeonato. En ese sentido, las versiones sobre futuros reemplazantes siguen corriendo por los pasillos del club. Si bien los propios jugadores se encargaron la semana pasada de volcarse por la permanencia del chileno, los nombres que más se escuchan son los de Daniel Passarella y Reinaldo Merlo.
El primero está realizando una gran campaña en el Monterrey mexicano, donde jugará la final de aquel torneo en las próximas horas. Además, el mismo Passarella se encargó ayer de anunciar que renovará el vínculo en ese país por un año más. Mientras, Merlo se encuentra sin ningún compromiso en este momento, y hasta llegó a rechazar una oferta de San Lorenzo, argumentando que tenía una “propuesta” desde España.
Por otra parte, entre los jugadores que podrían despedirse el mes que viene se encuentran Garcé (podría ir al Olympique de Francia), Zapata (al Paris Saint-Germain) y D’Alessandro. Si por el capitán a River le quedan 10 millones de dólares limpios, también podría pasar al Olympique. Al parecer, todo es posible en el mundo River.